El 11 de marzo de 1314, moría quemado en la hoguera Jacques de Molay, el último gran maestre de la orden de los Templarios. Terminaba así una persecución que duró desde el otoño de 1307 hasta la primavera de 1312 y que borró de la tierra la primera orden religioso-militar de la historia. Por el camino, cientos de miembros de la orden torturadas y asesinadas y sus riquezas saqueadas por la ambición de un monarca francés.
Nota previa: este artículo, que tenemos el honor de publicar, es obra del autor Aitor Sarmiento, dueño del interesante sitio web: www.sitioshistoricos.com. Siempre es de agradecer que surjan nuevos sitios dedicados a la divulgación cultural de la Historia y por ello os recomiendo encarecidamente que lo visiteis.
1 – Los Orígenes de la Orden del Temple.
La Orden del Temple, surgió en el año 1118 cuando nueve caballeros franceses se unieron para proteger a los peregrinos cristianos que se dirigían a Jerusalén.
Ya en el año 1120, la Orden hizo su aparición en Jerusalén, siendo reconocida por el patriarca latino de Jerusalén. Nueve años después, los Templarios fueron reconocidos por la Iglesia católica, en el Concilio de Troyes.
En 1147, el Papa Eugenio III les otorgó el privilegio de poder lucir en su manto blanco la cruz patada de color rojo, símbolo de la sangre vertida por Cristo, adquiriendo así su atuendo distintivo.
La defensa de Jerusalén y los estados latinos del este, les proporcionaron un inmenso poder y popularidad entre los reinos cristianos, creándose cientos de encomiendas a lo largo y ancho de la cristiandad.
Sin embargo, el grandioso poder, tanto militar como económico, que acumularon, sería también su perdición.
2 – La persecución contra los Templarios.
La orden del Temple, a la vez que iba tejiendo una red de encomiendas y fortalezas, fue creando una estructura económica para sustentar su estructura militar, que se basaba en cierta medida en los préstamos económicos.
Es por ello que la orden fue ganándose algunos enemigos, algunos de ellos tan importantes como el rey Felipe IV de Francia, cuyo reino se hallaba endeudado debido al préstamo que realizaron los templarios a su abuelo Luis IX para pagar su rescate durante la Séptima Cruzada.
Felipe aprovechó los rumores que corrían sobre los supuestos actos heréticos y sodomitas atribuidos a los caballeros del Temple para acabar con la poderosa orden y conseguir sus riquezas.
Es por ello que el 12 de octubre de 1307 ordenó apresar a todos los caballeros templarios de Francia, incluido a su gran maestre: Jacques de Molay.
En un principio el Papa Clemente V se negó a que fueran arrestados, pero fue fuertemente presionado por la corona francesa, por lo que tuvo que ceder.
Ciento treinta y ocho templarios fueron sometidos a tormento, muriendo muchos de ellos debido a las graves torturas sufridas y por las condiciones insalubres en las que se encontraban presos.
Fruto de los duros interrogatorios y las torturas, muchos de los templarios admitieron las acusaciones vertidas sobre ellos ante el inquisidor de Francia, el dominico Guillermo de París, incluido el gran maestre de la orden.
Estas son las herejías de las que se declararon culpables:
- Ciento veintitrés templarios declararon haber escupido sobre el crucifijo.
- Ciento cinco aseguraban haber renegado de Cristo.
- Ciento dos declararon haber practicado la sodomía.
Todas estas confesiones sirvieron a Felipe IV el Hermoso para justificar la disolución de la orden y la condena a muerte de sus miembros.
3 – La muerte del último Gran Maestre de los Caballeros Templarios.
Muchos miembros de la orden del Temple fueron quemados en la hoguera, pero lo que marcó el final de la antaño poderosa orden militar, fue la ejecución del último gran maestre: Jacques de Molay.
El 11 de marzo de 1134, fue subido a una plataforma frente a la catedral de Notre-Dame de París para que escuchase la sentencia en la que se le condenaba a morir a la hoguera.
Sin embargo, el vigesimotercero y último gran maestre del Temple, lejos de rendirse, proclamó ante la muchedumbre allí convocada que se retractaba de sus declaraciones y que estás habían sido arrancadas bajo tortura, a la vez que defendía la inocencia de la orden.
No obstante, esto no le valió de nada, y el último gran maestre de la Orden de los Pobres Compañeros de Cristo del Templo de Salomón, moriría quemado vivo, junto a Geoffroy de Charnay, en la isla de los Judíos, el 11 de marzo de 1314.
Fue este día cuando murió el guerrero y líder que había luchado en Tierra Santa y nació la leyenda.
4 – ¿Dónde murió el último Gran Maestre?
Jacques de Molay, fue asesinado en una isla del río Sena conocida como isla de los Judíos (Île aux Jewish), ya que aquí se había asesinado anteriormente a decenas de judíos.
Sin embargo, esta isla pertenecía a la abadía de Saint-Germain-des-Près, por lo que los monjes reclamaron ante el rey por violar sus derechos.
Siglos después, al construirse el Pont Neuf, se unificaron tres islas (Île à la Gourdaine, Île du Passeur-aux-Vaches, e Île aux Jewish) en una gran isla adosada al puente, donde después se construiría la hermosa Plaza Vert-Galant.
Hoy día, una placa recuerda el lugar donde fueron ejecutados los dos miembros más importantes de la mítica orden del Temple, debido a la codicia de un rey y la cobardía de un Papa que no quiso defender a unos leales servidores.
Fuentes y Bibliografía.
• History of the Christian Church, Volume VI: The Middle Ages. A.D. 1294-1517 . Schaff, Philip.
• 700 años del fin de los templarios por la cruz y la espada.JUAN GOMEZ JURADO
• Alain Demurger.- Jacques de Molay. Le crépuscule des templiers.- Paris.2002.- Éditions Payot & Rivages.- pp. 118-123 y 338.
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