Pol Pot, 1925-1998

Saloth Sar, conocido por el sobrenombre de Pol Pot, fue el líder de los “Jemeres Rojos” (Khmae Krojom en camboyano y Khmer Rouge en francés), nombre que se daba a los miembros del Partido Comunista Camboyano. Aprovechando la derrota norteamericana en Vietnam, Pol Pot tomó el poder en Camboya, en 1975, instaurando el «Año Cero”, una nueva época en la que el comunismo maoísta sería aplicado en su forma más literal, y en la que se destruiría todo vestigio de la “corrupta civilización”. A partir de entonces, su régimen se haría famoso por su cúmulo de despropósitos y, por desgracia, por sus continuas atrocidades contra la población civil. Ante este auténtico genocidio, comandado por Pol Pot, las principales potencias, inmersas en la Guerra Fría, decidieron mirar hacia otro lado y, curiosamente, tuvo que ser su vecino, el Vietnam comunista, quien, finalmente, logró derrocar a Pol Pot y salvar a la población Camboya. Toda una lección moral para Occidente.

Fotografía coloreada de Pol Pot
Pol Pot

Saloth Sar nació, el 19 de mayo de 1925, en Prek Sbauv, provincia de Kompong Thom, Camboya. Su padre era un rico hacendado que logró dar una buena posición a la mayoría de sus siete hijos, de los cuales Saloth Sar era el menor. Las conexiones de su familia con la familia real de la Dinastía Norodom, permitiría a Saloth Sar estudiar con la élite de Camboya, recibiendo así una excelente educación y aprendiendo perfectamente el francés. Influenciado por las corrientes ideológicas anticolonialistas que surgieron al término de la Segunda Guerra Mundial, Saloth Sar se unió al movimiento nacionalista que buscaba la independencia de Indochina Francesa(hoy en día Camboya, Vietnam y Laos), movimiento dirigido por el posteriormente famoso: Ho Chi Minh. Su activismo en los movimientos independentistas le llevaría a afiliarse en 1946 al ilegal Partido Comunista Indochino.

En 1948, Saloth Sar obtuvo una beca para estudiar en París gracias a sus buenos contactos con el joven rey Norodom Sihanouk. En la capital francesa se dedicó más a la política que a los estudios, allí entró en contacto con otros jóvenes camboyanos afines al Partido Comunista, y con ellos fundaría un grupo de trabajo. Entre los que jóvenes que estaban en el grupo se encontraban Ieng Sary, Khieu Samphan, Khieu Ponnary y Son Sen, la posterior cúpula de los Jemeres Rojos. Saloth Sar junto con su grupo intentaron adherir a su movimiento comunista a los jóvenes camboyanos que estudiaban en Francia pero solo obtuvieron un éxito moderado. Tras acabar sin mucho éxito sus estudios, Saloth Sar decide regresar a Camboya.

Tras su regreso a Camboya, Saloth Sar se dedicó a dar clases de francés para instituciones privadas y, aparte, continuó sus actividades independentistas dentro de la facción camboyana del Partido Comunista. Eran tiempos convulsos para Camboya, pues el rey Norodom Sihanouk, pretendía obtener de Francia la independencia del país antes de que los comunistas se alzaran en armas para obtenerla. El comunismo no solo amenazaba al colonialismo francés y a los católicos, sino que era un grave peligro para la monarquía camboyana. En 1953, el rey Norodom Sihanouk llegó a un acuerdo con los franceses para obtener la independencia de facto de Camboya, comenzando una campaña de represión contra los subversivos comunistas del país.

En 1962 fue asesinado Tou Samouth, el principal líder de Partido Comunista Camboyano, su muerte fue atribuida a la represión del gobierno, pero el misterio que la rodeó y las contradicciones sobre el caso hacen pensar que lo más probable es que fuera asesinado por Saloth Sar, el cual a partir de entonces se convertiría en el líder absoluto del Partido. Como líder, Pol Pot se dedicaría a radicalizar las posturas políticas del Partido Comunista de Camboya, defendiendo una posición extremadamente anti-occidental y anti-vietnamita, ya que no quería influencias o interferencias de los comunistas de Vietnam. Su objetivo primordial era tomar el poder en Camboya y para ello en 1963 se internó con sus seguidores en la selva, convirtiéndose en guerrilleros y preparándose militarmente para atacar al gobierno en el momento oportuno.

En esa época, EEUU decidió apoyar abiertamente al corrupto gobierno de Vietnam del Sur frente a los intentos norvietnamitas de unificar Vietnam en un solo país. Esta intervención militar, conocida como Guerra de Vietnam, 1965-1975, propició que los sentimientos anticolonialistas resurgieran en toda Indochina. El rey Norodom Sihanouk temía una neo-colonización por parte de los norteamericanos y pese a su anticomunismo decidió mantener una posición neutral en el conflicto vietnamita. Por otro lado, el rey veía con buenos ojos la reunificación de los dos Vietnam en un solo país y no impidió que las tropas del vietcong usasen Camboya como santuario donde esconderse de los ataques norteamericanos.

EE.UU. criticó duramente la postura del rey Norodom Sihanouk, sobre todo por su negativa a permitir la entrada de tropas norteamericanas en Camboya. Debido a la falta de colaboración del rey Norodom, el gobierno de EEUU decidió “sustituirlo” por alguien más afín a sus planes, mandando para ello agentes de la CIA a la zona para que planificaran su derrocamiento.

El 18 de marzo de 1970, el general camboyano Lon Nol, contando con el respaldo oficial de Washington, dio un golpe de estado en Camboya e impuso un régimen militar aliado de Estados Unidos y Vietnam del Sur. Esta operación significó la entrada de Camboya en la Guerra de Vietnam, y la oportunidad que tanto había esperado Saloth Sar para tomar el poder con sus guerrilleros del renacido Partido Comunista de Kampuchea. Los comunistas camboyanos de Saloth Sar, apodados “Jemeres Rojos”, aprovecharon la ocasión para ganar gran número de adeptos dispuestos a luchar contra el general usurpador y contra los extranjeros norteamericanos que habían invadido el país. Curiosamente el grupo que Saloth Sar fundó en París se convertirá en el grupo dirigente de los “Jemeres Rojos”.

Desde un principio, el régimen de Lon Nol intentó débiles campañas en contra de los Jemeres Rojos y sobre todo de los Vietcong establecidos en el norte del país, pero sin obtener ningún éxito. Estados Unidos por su parte bombardeó masivamente el norte de Camboya, tratando de cortar la ramificación camboyana de la “ruta Ho Chi Minh”, la ruta secreta que usaba Vietnam del Norte para abastecer a sus tropas desplegadas en Vietnam del Sur y al Vietcong. Estos bombardeos causaron más de 500.000 muertos camboyanos, la mayor parte de los cuales eran campesinos inocentes, lo cual hizo que los Jemeres Rojos contasen con un apoyo masivo del campesinado camboyano del norte del país.

El masivo rechazo al régimen de Lon Nol y a los norteamericanos ocasionó que para el año 1973 el 60% de Camboya estuviera en manos de los Jemeres Rojos, los cuales empezaron a aislar la capital, Phnom Penh del resto del país. En 1974, los Jemeres tomaron Udong, la segunda ciudad más importante del país. Durante la conquista de la ciudad se produjeron atrocidades sin precedentes, las cuales fueron un mal precedente de lo que vendría tiempo después.

Finalmente, el 17 de abril de 1975, los Jemeres Rojos entraron en la capital de Camboya, la ciudad de Phnom Penh, la cual cayó pese a los furiosos bombardeos norteamericanos. El frustrado dictador Lon Nol se exilió a Hawai, donde pasó el resto de su vida. La victoria de los Jemeres Rojos fue saludada por la mayoría de la población camboyana, la cual les percibía como “libertadores” que habían expulsado a los extranjeros, pero pronto descubrirían que era peor el remedio que la enfermedad.

Tras la victoria, Saloth Sar empezó a usar el nombre de Pol Pot y proclamó que ese año de 1975 se convertiría en el “Año Cero” de Camboya, instaurando una dictadura marxista de orientación maoísta, basada en el mundo agrario y los valores del campesinado. Pol Pot consideraba a las ciudades como centros de corrupción moral y social, focos de contaminación del capitalismo, la religión y las influencias extranjeras. Para “purificar” el país, Pol Pot ordenó que las ciudades fueran abandonadas, obligando a los intelectuales que las habitaban a “reeducarse” en los valores revolucionarios, siendo trasladados para ello a campos de trabajo.

Para evitar más contaminaciones de ideologías extranjeras, Pol Pot ordenó el casi completo aislamiento del país, instaurando una economía autosuficiente basada en la agricultura. Los extranjeros fueron expulsados del país y las embajadas fueron cerradas (a excepción de las de países simpatizantes como China y Corea del Norte). Para completar la loca idea de Pol Pot de volver al mundo agrario y a la Edad Media se dictaron medidas tan absurdas y retrogradas como la abolición de la moneda y el cierre de las escuelas. Todos los camboyanos se convertirían en campesinos, les gustase o no, la única opción que tenía era seguir los principios del régimen y trabajar el campo o morir.

El 5 de enero de 1976 los Jemeres Rojos proclamaron el nacimiento del nuevo estado camboyano, que llamaron Kampuchea Democrática. El príncipe Norodom Sihanouk regresó al país, pero se convirtió en una simple fachada, una marioneta de Pol Pot, que vivía encarcelada en su palacio. Pol Pot era oficialmente el Primer Ministro de la Kampuchea Democrática, pero en la práctica era el amo absoluto del país. Para proteger su gobierno, Pol Pot creó una organización de inteligencia que tenía el cometido de proteger al Partido asesinando a todos los individuos que fueran peligrosos para el triunfo de la Revolución. Para acabar con los enemigos del régimen, se creó la prisión”S-21”, lugar oscuro, donde se solía torturar y matar indiscriminadamente.

El genocidio que cometió Pol Pot sobre la población camboyana fue el más terrible crimen desde el Holocausto. Causó un millón de muertos, no solo por ejecuciones y torturas, sino por las epidemias y hambrunas que producía las características agrarias del Régimen. Hay que recordar que todo esto se produjo ante la impasibilidad de la ONU y de las grandes potencias, las cuales decidieron mirar para otro lado y no hacer absolutamente nada, que es lo que suelen hacer cuando no hay en juego grandes intereses económicos, (Recordemos también el genocidio de Ruanda, llevado a cabo ante las narices de la inservible ONU). Solo a partir de 1993 Occidente se comenzaría a investigar el Genocidio Camboyano.

En 1977, se sumaron a las terribles hambrunas en el país, fruto de una economía cerrada que impedía importar las materias primas faltantes, los conflictos fronterizos con Tailandia, Laos y, sobre todo, con Vietnam. Pol Pot quería extender su revolución a los países cercanos, mandando guerrilleros de los Jemeres Rojos a las fronteras, para incursionar los territorios vecinos. El 27 de enero de 1977 una incursión de los Jemeres Rojos asesinó a 30 campesinos tailandeses, atacando también la frontera de Laos.

Sin embargo, el principal ataque de la ofensiva de los Jemeres Rojos lo recibió Vietnam. Pol Pot pensaba que Vietnam era un objetivo “fácil”, ya que éste país había sufrido una larga contienda civil en la que intervino EEUU, la famosa Guerra del Vietnam. Pol Pot consideraba un peligro la expansión del modelo comunista vietnamita a su propia región, por ello se dedicó a hacer avanzar la frontera entre ambos países, con el objetivo final de apoderarse del sur de Vietnam e incorporarlo a Camboya.

En 1978 Pol Pot lanzó una ofensiva interna, destinada a exterminar a los posibles “enemigos ocultos”, agentes vietnamitas, y occidentales de la CIA, que él, en su infinita paranoia, pensaba que estaban infiltrándose en su partido y en el ejército. En la paranoica purga de Pol Pot perecieron, tras ser horriblemente torturadas, más de 140 mil personas. Obvio es decir que casi ninguno, por no decir ninguno de los asesinados era un agente enemigo. Los ataques a territorio vietnamita y las persecuciones dentro del partido y le ejercito significarían el principio del fin del régimen de Pol Pot.

El 25 de diciembre de 1978, Vietnam, cansado de los continuos ataques fronterizos de los Jemeres Rojos, lanza una ofensiva con el objetivo de invadir Camboya y acabar con el gobierno de Pol Pot. Muchos de los camboyanos se alegraron de la invasión vietnamita y se unieron a sus filas, cansados de las locuras de Pol Pot.

El 7 de enero de 1979, el ejército vietnamita toma Phnom Penh. El Príncipe Norodom Sihanouk, temiendo ser ajusticiado por su complicidad con el régimen, huye a China, mientras que Pol Pot y sus fieles huyen a las selvas del norte para continuar la lucha. Vietnam fundará la República Popular Camboyana, instaurando en el poder a Heng Samrin. China, el mayor aliado de Pol Pot, responderá a la invasión vietnamita invadiendo a su vez el norte de Vietnam, pero se verá obligada a retirarse al poco tiempo por la intervención de la URSS en apoyo de su aliado Vietnam. Increíblemente, la guerrilla de Pol Pot obtuvo el apoyo de EEUU y Tailandia en su lucha contra Vietnam, ya que estos países temían la expansión del comunismo de corte vietnamita a otras regiones.

En 1982, los Jemeres Rojos se unen a otros frentes guerrilleros dirigidos por el príncipe Norodom Sihanouk, quien es nombrado presidente de la Coalición Camboyana. En 1985, Pol Pot renuncia a la dirección de los Jemeres Rojos, aunque mantiene una cuota de poder en el Partido. En 1988, Vietnam plantea retirarse de Camboya a cambio de que los Jemeres Rojos desaparezcan de la esfera política.

En 1989 se produce una Conferencia Internacional sobre Camboya en Francia. En ella China se compromete a dejar de ayudar a los Jemeres Rojos a cambio de la retirada de Vietnam de Camboya. El 23 de octubre de 1991 se firma un tratado de paz entre las partes implicadas, estableciéndose en Camboya un gobierno de transición supervisado por la Organización de Naciones Unidas. El príncipe Sihanouk regresa al país y reinstauró la monarquía constitucional. En 1993 se convocan las primeras elecciones libres, donde no participan los Jemeres Rojos. En 1996 los Jemeres Rojos empiezan a fraccionarse, abandonado la lucha muchos de sus miembros. El 25 de julio de 1997, el camarada Ta Mok, comandante de los remanentes de los Jemeres Rojos, ordena el arresto de Pol Pot, le somete a un juicio popular y le sentencia a vivir en cautiverio.

El 15 de abril de 1998 murió Saloth Sar, el terrible Pol Pot, prisionero número uno de la guerrilla que él mismo fundó, los Jemeres Rojos. Los informes oficiales establecen que su muerte se debió a un ataque cardíaco pero, lo más probable es que fuese ejecutado por los Jemeres Rojos, para que dejase de ser una molestia. Poco después, el ejército camboyano acabó con los últimos remanentes de los Jemeres Rojos.

Pol Pot fue un verdadero monstruo, capaz de destruir su propio país, y de asesinar a cientos de miles de sus compatriotas de una forma verdaderamente trágica. Su carisma, y su aparente amabilidad, y educación, ocultaban a un verdadero psicópata paranoico, que no dudaba en matar a sus más fieles seguidores a la más mínima sospecha que se le ocurriera. Lo peor no fue Pol Pot, lo peor de todo fueron los que consintieron su régimen de terror sin hacer nada, sobre todo EE. UU. y la ONU. Es francamente irónico que fuera un país comunista, como Vietnam, quien liberase Camboya del horror del régimen comunista maoísta de Pol Pot.

© 2008 – Autor: Marco Antonio Martín García
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