El General Custer, 1839-1876

George Armstrong Custer es uno de los personajes más populares de Estados Unidos, inmortalizado por el cine como el valiente y extravagante jefe del 7º de Caballería, su fama se extendió a través del mundo. Personaje controvertido por sus excentricidades, fue sin duda uno de los mejores jefes de caballería de los EEUU, destacando en la Guerra Civil Norteamericana (1861-1865) y sobre todo en las denominadas “Guerras Indias”. En 1876, en el arroyo de Little Big Horn, Custer y el 7º de caballería cabalgaron hacia la inmortalidad. Bajo los acordes de su himno “Garry Owen”, Custer luchó su última batalla y murió con las botas puestas frente a las tribus de indígenas norteamericanos. Su muerte y su encumbramiento a la categoría de “héroe” significaron la derrota final de las tribus indígenas, las cuales se enfrentaron a partir de entonces a una guerra total para la que su mentalidad no estaba preparada. Con la muerte de Custer murió gran parte del romanticismo del Lejano Oeste.

George Armstrong Custer
George Armstrong Custer

George Armstrong Custer nació en el seno de una familia de granjeros en New Rumley, Ohio, el 5 de Diciembre de 1839. Era hijo de un granjero, y herrero, llamado Emmanuel Henry Custer y de Marie Ward Kirkpatrick, casada anteriormente con Israel Kirkpatrick. Sus antepasados, que habían emigrado a Estados Unidos en el siglo XVII, descendían de Arnold Küster, un alemán proveniente de Kaldenkirchen, Ducado de Jülich. Por ello, su apellido “Custer” procedía del alemán Küster.

Custer pasó gran parte de su infancia viviendo con su media hermana y su cuñado en Monroe, Michigan. Desde el principio Custer fue un mal estudiante, ya que le gustaba la aventura y solía escaparse de clase en busca de diversión. Posteriormente, estudió en la “Escuela Elemental McNeely” mejor conocida como “Colegio Elemental Hopedale”, en Hopedale, Ohio. Mientras estudiaba, Custer tenía que trabajar acarreando carbón para poder pagarse su habitación y su comida, algo que le sirvió para conocer la dureza de la vida real y madurar un poco.

En 1856, Custer finalmente se graduó sin mucho éxito en la escuela McNeely y paso a ingresar, con 16 años, en la Academia Militar de West Point, la academia militar de mayor prestigio en EEUU. Custer fracasó en la Academia Militar, su indisciplina y excentricidades como diseñar su propio uniforme, le costaron graduarse en el último puesto de los 34 oficiales de su promoción en 1861. Algo que, en circunstancias normales, le habría marcado durante toda su carrera, pero justo ese año estalló la Guerra Civil Norteamericana o “Guerra de Secesión” (nombre europeo para este conflicto fratricida) y todos los oficiales jóvenes eran necesarios.

Tras estallar la guerra, Custer, partidario de la Unión, fue destinado con el grado de segundo teniente al 2º Regimiento de Caballería de los Estados Unidos, regimiento con el que participará en la Batalla de Bull Run, en julio de 1861. Durante la batalla, Custer ejercerá de mensajero entre el general en jefe; Winfield Scott y el general Irvin McDowell. Ni que decir tiene que el de mensajero era el puesto más peligroso de todos, ya que el enemigo siempre intentaba interceptar los mensajes o impedir que llegaran a su destino. Custer se desplazó continuamente bajo una lluvia de balas, pero consiguió entregar exitosamente todos los mensajes, siendo distinguido por su valor ante el fuego. Tras la batalla, que se saldó en victoria de la Confederación, Custer fue destinado al 5º Regimiento de Caballería, con el que participará en la Campaña de la Península, en 1862.

Durante esta campaña de persecución del ejército confederado de Joseph E Johnston, Custer destacó al cruzar osadamente el río Chickahominy y lograr capturar a 50 prisioneros, acción por la cual fue felicitado por el general en jefe George B McClellan, el cual le destinó a su Estado Mayor con el grado provisional de capitán. En esta campaña se produjo una curiosa anécdota que dice mucho sobre el carácter de Custer, el general McClellan y su estado mayor estaban buscando un buen lugar para cruzar el río Chickahominy, McClellan preguntó a Custer cuanta profundidad tendría el río, entonces Custer se metió con su caballo dentro del río y desde su centro le gritó: “That’s how deep it is, General” (Así es de profundo, general).

Después de la batalla de Antietam, en 1862, el general McClellan fue relevado del mando por su lenta persecución de las derrotadas fuerzas del general sureño Lee. Custer compartió la desgracia de su jefe y fue devuelto a su rango de primer teniente, siendo trasladado a la división de caballería del mayor general Alfred Pleasonton.

En su nuevo destino es donde Custer desarrollará su manía de vestirse con vistosos y extravagantes uniformes hechos a su gusto. Esa extravagancia fue pasada por alto por el general Pleasonton, el cual tenía bastante estima por Custer y siempre lo protegía de sus detractores. El propio Custer afirmaba: «no father could love his son more than General Pleasonton loves me» (Ningún padre podría querer a su hijo más de lo que el general Pleasonton me quiere).

El 3 de mayo de 1863 se producirá la batalla de Chancellorsville, que se saldará con el triunfo confederado, gracias entre otras cosas a la efectividad de la caballería confederada de Jeb Stuart. Para contrarrestar la superioridad de la caballería confederada, el ejército unionista decidió nombrar al mayor general Alfred Pleasonton como nuevo comandante del Cuerpo de Caballería del Ejército del Potomac.

Su primera misión será localizar al ejército confederado del general Lee, que estaba invadiendo el territorio del Norte por el valle del Shenandoah. El objetivo de la invasión de Lee era aliviar la presión que mantenían los unionistas sobre la ciudad de Vicksburg, en el frente del oeste, obligándoles a desplazar tropas al este para detener su ofensiva. Lee también pretendía aislar la capital, Washington, del resto del país y obligar a los nordistas a entablar una batalla decisiva. Lee pensaba que si obtenía una nueva victoria podría obtener una paz negociada.

El 9 de junio, las fuerzas de caballería de ambos bandos se enfrentaron en Brandy Station, Virginia. La caballería confederada de Stuart, compuesta por 9.000 hombres, estaba acampada en la estación de Brandy Station y el general Pleasonton recibió la orden de atacar con sus 11.000 hombres el campamento de Stuart y destruir al mayor número de enemigos posible. La caballería de Stuart resistió la carga de los unionistas de Pleasonton, pero sufrió muchas bajas. Por primera vez en la guerra, la caballería unionista demostró estar a la altura de sus rivales confederados, gracias a la agresividad de nuevos oficiales como Custer.

A finales de junio, y gracias a sus méritos en las batallas de Brandy Station y Aldie, Custer es promovido del grado de capitán al grado provisional de General de Brigada del Cuerpo de Voluntarios, convirtiéndose, con 23 años en el general más joven del ejército. Nada mas obtener el mando de la Brigada de Voluntarios de Michigan, Custer implantó en ella su estilo agresivo y poco ortodoxo, imitando sus hombres los vistosos uniformes que Custer diseñaba para sí mismo. Custer era un gran admirador del general napoleónico Murat e intentaba vestir un uniforme semejante al de húsar que solía usar Murat. Además, Custer era un gran amante de las chaquetas con flecos.

Tres días después de su promoción, el 1 de julio de 1863, estallará la Batalla de Gettysburg, entre las fuerzas confederadas y las tropas unionistas encargadas de detener al general Lee. La brigada de Custer, enmarcada en la división del general Kilpatrick, tendrá su primer encuentro con el enemigo en Hunterstown, al nordeste de Gettysburg, donde los hombres de Custer cargarán contra la brigada confederada de Wade Hampton. La carga fue un éxito y detuvo el avance enemigo. Durante la escaramuza, Custer fue derribado del caballo y estaba a punto de morir, cuando fue rescatado por el corneta Norville Churchill, que lo montó en la grupa de su caballo.

La batalla de Gettysburg continuó de nuevo al día siguiente, el 3 de julio de 1863 y ese será el día en el que Custer consiga su mayor triunfo y obtenga fama en todo el ejército. Mientras la infantería confederada de Pickett cargaba contra las filas de la Unión, la caballería de Jeb Stuart rodeó el flanco derecho de los unionistas y atacó la retaguardia del enemigo, destruyendo los trenes y vías de comunicación de los federales. A 5 km al este de Gettysburg, las fuerzas de Stuart chocaron contra la caballería federal del general David Mc Gregg y la brigada de George Armstrong Custer. Las tropas del 5º de Michigan, de la brigada de Custer, desmontaron y actuando como infantería consiguieron detener al enemigo con el denso fuego de sus carabinas Spencer. Stuart ordenó cargar al 1º Regimiento de Virginia, sus mejores hombres, los cuales hicieron retroceder a las tropas del 5º de Michigan. Para contrarrestarlo, Custer al grito de: “Come on, you Wolverines!”, cargó a todo galope contra el enemigo con el 7º de Caballería de Michigan. Tras una dura pelea cuerpo a cuerpo con revólveres y sables, Custer obligó a retirarse a los virginianos. Pero Stuart contraatacó con la Brigada de Wade Hampton, obligando al 7º de Michigan de Custer a retirarse ante la tremenda desventaja numérica que afrontaban, (el regimiento estaba formado por 700 hombres). Lejos de amilanarse, Custer volvió a soltar su grito de guerra “Come on, you Wolverines!”, y cargó contra el enemigo con el 1º de Michigan, obligando al enemigo a retirarse y a abandonar sus planes de atacar la retaguardia unionista.

A partir de entonces, el grito de Custer: “Come on, you Wolverines!”, se convirtió en el lema de la brigada de Michigan y sus miembros fueron apodados “Wolverines” (wolverine es el mamífero llamado en español glotón (Gulo gulo). Éste, fue el mayor éxito de toda la carrera de Custer, una hazaña que salvó a todo el ejército unionista, permitiéndole obtener la victoria sobre los confederados. Custer era el nuevo héroe de moda del ejército unionista. La brigada de Custer perdió 257 hombres en la batalla de Gettysburg, el mayor número de bajas de todas las brigadas de caballería de la Unión. Por sus esfuerzos en el combate, la brigada fue premiada con el honor de encabezar la marcha de todo el ejército.

A lo largo del año, Custer participó en acciones menores durante las campañas del frente de Virginia. El 9 de febrero de 1864, Custer dejó por un momento la gloria bélica para contraer matrimonio con Elizabeth Clift Bacon.

A principios de 1864, el general Grant había asumido el mando de todo el ejército unionista y había nombrado como comandante del cuerpo de caballería al experto general Philip Sheridan. Sheridan mantuvo a Custer en su puesto, aunque éste dejó de tener la influencia que tenia con el antiguo comandante (Pleasonton).

Durante la campaña de Overland, el avance definitivo contra la capital confederada, Custer participó en numerosas batallas, destacando en la Batalla de Wilderness, la Batalla de Yellow Tavern, durante la cual Jeb Stuart fue herido de muerte, y en la Batalla de Trevilian Station, donde Custer sufrió la humillación de perder el bagaje de su división y sus efectos personales, los cuales fueron capturados por los Confederados.

Custer también fue el protagonista de la batalla de Cedar Creek, que se saldó con la derrota del raid confederado que Jubal Early había lanzado sobre el valle del Shenandoah, pretendiendo alcanzar Washington.Su éxito creciente le granjeó ser ascendido de general de brigada a general de división.Tras derrotar a Early, Custer participó en el asedio de Petersburg, donde paso todo el invierno. En Abril de 1865 las líneas confederadas colapsaron finalmente y el general Lee tuvo que rendirse finalmente en Appomattox, tras ser cortada su retirada por la división de Custer.

Tras la guerra, los grados de Custer en el cuerpo de voluntarios dejaron de existir y el 1 de febrero de 1866, Custer volvió a ser un simple capitán del ejército regular de EEUU, siendo asignado al 5º de Caballería. La decepción de perder su rango después de tantos logros militares, le hizo pensar en abandonar el ejército y trabajar para el ferrocarril o las minas. Benito Juárez, el líder de la resistencia mexicana contra la ocupación europea de México, encabezada por el emperador Maximiliano, ofreció a Custer un contrato para que éste fuera general de las tropas rebeldes. Custer llevaba casi un año fuera de su puesto y le gustaba la idea de dirigir la caballería de Juárez. Pero el secretario de Estado, William H Seward, se opuso rotundamente a la idea de que Custer trabajara para Juárez, ya que pensaba que dañaría las relaciones entre EEUU y Francia, la potencia que había colocado como máximo mandatario de México al emperador Maximiliano.

Tras la muerte de su padrastro, en mayo de 1866, Custer retornó a Monroe, Michigan, con la idea de integrarse a la vida política. Custer defendía una postura más moderada sobre los vencidos del Sur. En Septiembre de 1866, Custer acompaño al presidente Andrew Johnson en una gira para conseguir apoyos para su política de moderación hacia el Sur. En compensación por su apoyo, el presidente le ofreció el mando como coronel en jefe del 10º de Caballería, (el regimiento de los Soldados Búfalos, los soldados negros al servicio de EEUU). Pero Custer prefirió ser ascendido a teniente coronel y obtener el mando del 7º de Caballería, un regimiento recién formado y que tenía su base en Fort Riley, Kansas.

En 1867, Custer tomó parte con su regimiento en la expedición que lanzó el general Winfield Scott Hancock contra los indios Cheyennes. Pero su éxito se vio truncado cuando fue condenado por el tribunal militar de Fort Leavenworth, Kansas, a ser suspendido por un año de empleo y sueldo, acusado de abandonar su puesto sin permiso. Custer había visitado demasiadas veces a su esposa, dejando su puesto de mando vacío, un grave delito militar, pero comprensible en el indisciplinado Custer.

En 1868 Custer volvió al servicio activo, a petición de su amigo el General Sheridan, que lo necesitaba para una nueva campaña de invierno contra los Cheyennes. Bajo las órdenes de Sheridan, Custer estableció un campamento de suministros en el Territorio Indio, que se usaría como base para la campaña de invierno. A principios de noviembre, Custer partió de nuevo como parte de la columna del general Winfield Scott contra los Cheyennes. Custer decidió sorprender a los indios en su campamento, para evitar que huyeran como siempre acostumbraban. Los indios usaban tácticas de guerrilla, atacando fuertes aislados, los suministros y las vías de comunicación. Nunca se enfrentaban a fuerzas superiores en número, ya que sabían la enorme potencia de fuego que tenía el ejército estadounidense.

Custer partió del campamento de suministros a las 3 de la mañana del 25 de noviembre de 1868, mientras se desataba una gran tormenta. La idea de Custer era que si viajaba durante la tormenta no sería visto ni oído. Tras un día de marcha, Custer encontró el campamento Cheyenne del jefe “Black Kettle”, establecido a orillas del río Washita. Antes del amanecer del 27 de noviembre, Custer lanzó una carga de caballería sobre el campamento que agarró a los indios totalmente desprevenidos. En el caos que se desató en el campamento, donde los indios armados se mezclaban con las mujeres y los niños, los soldados de Custer mataron a 103 guerreros (entre ellos el jefe Black Kettle y su hijo) y capturaron a 53 mujeres y niños. Custer sufrió tan solo la baja de 40 hombres, la mayoría de ellos heridos. Esta fue la primera gran victoria del ejército contra los nativos americanos, llamados comúnmente “indios”. Tras la victoria, gran parte de los Cheyennes volvieron a la reserva que les había asignado el Gobierno de EEUU.

En 1873, Custer fue enviado al Territorio de Dakota para proteger a los trabajadores del ferrocarril, los cuales estaban amenazados por los Sioux, los cuales no querían que el ferrocarril pasara por sus tierras. Los combates contra los Sioux fueron de poca importancia y se saldaron con pocas bajas para ambos bandos.

En 1874, una expedición comandada por Custer encontró oro en las Colinas Negras de Dakota de Sur. Las colinas negras eran sagradas para los Sioux y consideraban un sacrilegio que los blancos entraran en ellas. Sin embargo, la Fiebre del oro que se desató fue de tal magnitud, que miles de colonos acudieron a las Colinas Negras en busca del preciado mineral. El gobierno de EEUU tenía un tratado con los Sioux en el que se comprometía a respetar las Colinas Negras, sin embargo hizo nada para evitar la llegada masiva de colonos. Los Sioux se negaron a dejar su tierra sagrada en manos de los blancos y se prepararon para la guerra, atacando a pequeños grupos de mineros y trabajadores del ferrocarril.

El gobierno norteamericano del presidente Grant no hizo nada para evitar la guerra contra los nativos ya que necesitaba el oro para afrontar la crisis económica que sufría su gobierno desde el “pánico” financiero de 1873. La minería y el ferrocarril que cruzaba las Montañas Negras eran vitales para el desarrollo y crecimiento del país. Para el gobierno norteamericano los indios simplemente no tenían cabida en el mundo moderno, así que Grant, con la excusa de que los indios estaban matando a “inocentes” mineros, decidió obligarlos a abandonar las llanuras y concentrarse en las reservas. El 31 de enero de 1876, Grant promulgó un decreto que obligaba a los indios Sioux Lakota y a los Cheyennes a internarse en las reservas, bajo el riesgo de que todo indio que no fuera a la reserva sería considerado “hostil”. Previendo que los indios lucharían por su libertad, el general en jefe, Philip Sheridan encargó a los generales Alfred Terry y George Crook que acabaran con los indios “hostiles”.

El 17 de mayo, el 7º de caballería salió de Fuerte Lincoln como parte de la expedición que el general Alfred Terry comandaría desde Dakota del Norte hacia el este, hacia el territorio de Montana, para someter a todos los indios “hostiles” que se habían refugiado en la zona; aquellos valientes guerreros que no se habían internado en las reservas y que vivían libres, cazando y comiendo bien, a diferencia de los indios que vivían en las reservas, emborrachándose con el whisky de los blancos y comiendo la escasa bazofia que les daban los corruptos funcionarios del gobierno. Mientras Terry atacaba a los indígenas desde el noreste, el general George Crook subiría hacia a Montana desde el sur, partiendo de Fort Laramie, con la intención de rodear a los indígenas entre ambas columnas.

Lo que no sabía el presidente Grant era que mientras el preparaba su expedición, el jefe de los Hunkpapas, una tribu de sioux lakotas, llamado Toro Sentado había logrado lo que antes era imposible, había conseguido unir a tribus que llevaban siglos peleando entre ellas por las tierras, para enfrentarse juntos al hombre blanco y defender su libertad o morir como guerreros. Las “visiones” del hombre medicina, Toro Sentado, en las cuales veía como masacraban a los blancos, entusiasmaron a casi todos los grandes jefes, uniéndolos en la esperanza de victoria.

A los Hunkpapas de Toro Sentado se habían unido los demás Sioux Lakota del gran jefe Gall, los guerreros Sioux Oglala de Caballo Loco, los guerreros Pies Negros, los Arapahoes, los Miniconjou del jefe Caballo Rojo, los Cheyennes de los jefes Dos Lunas y Lluvia en el Rostro, además de un pequeño número de guerreros de pequeñas tribus como los Arikara. Juntos sumaban unos 6000 indios, de los cuales 1.200 eran guerreros. Esta gran masa de indios estaba acampada a orillas del río Little Big Horn, en el territorio de Montana, hacia dónde se dirigían las columnas del ejército norteamericano.

Curiosamente, Custer estuvo a punto de no ir a la campaña, ya que había denunciado ante una Comisión del Congreso las irregularidades cometidas por el Secretario de Defensa, el cual era hermano del presidente Grant, en la administración de los fuertes militares de la frontera Oeste. Custer defendía los derechos de los indios y criticaba duramente las pésimas condiciones de vida que había en las reservas, infestadas de funcionarios corruptos. La intervención de su amigo Sheridan, que apeló a la experiencia de Custer en la lucha contra los indios, hizo que finalmente Custer tuviera un lugar en la expedición del general Terry.

Tras varias semanas de marcha, el 25 de junio los exploradores indios Crow de Custer encontraron lo que parecía ser un gran campamento indio en el río Little Big Horn. El 7º de caballería de Custer estaba mucho más adelantado que el resto de la columna del general Terry, que se desplazaba lentamente por la lentitud de las ametralladoras gatling que llevaban sobre mulas y por los carruajes de avituallamientos. Custer no había traído consigo ametralladoras, ya que no quería que nada le retrasara.

Pensando que si esperaba a la columna de Terry los indios podrían huir hacia Canadá, Custer decidió atacar el campamento con solo sus hombres, pese a los consejos de sus exploradores indios, que le advirtieron del gran número de guerreros que había en el campamento. Custer pensaba lanzar un ataque por sorpresa sobre el campamento, similar al que había lanzado en la batalla de Washita y que le había dado una gran victoria. Para el ataque, Custer dividió sus fuerzas en tres batallones, el primero sería liderado por el mayor Marcus Reno, el segundo por el capitán, Frederick Benteen y el tercero por el mismo. Una compañía se encargaría de proteger los suministros. Reno atacaría el lado más lejano del sur del campamento, Benteen atacaría desde el suroeste, para cortar cualquier posible vía de escape que tuvieran los indios y Custer avanzaría desde el noreste completando el círculo al campamento. Según su plan, los hombres del 7º acorralarían al enemigo contra el río Big Horn.

Reno comenzó su carga sobre el campamento, pero, viendo que salían a su encuentro guerreros del mismo, se detuvo a medio camino y ordenó a sus hombres desmontar y formar una línea de fuego. Su indecisión hizo que los guerreros indios contraatacaran rápidamente y en masa, obligando a Reno a montar de nuevo a caballo y retirarse hacia la protección del río, donde se atrincheró de nuevo, tras una línea de árboles. Las continuas indecisiones de Reno, el hacer montar y desmontar a sus hombres en pleno combate y su desastrosa retirada a lo largo del río hizo que perdiera a muchos de sus hombres inútilmente.

Mientras y sin saber que Reno había fracasado estrepitosamente, Custer inició su carga desde el norte, pensando que atraparía a los indios entre sus hombres y los de Reno. Sin embargo, Custer fue rechazado por el gran número de indios y tuvo que retirarse a un risco cercano, en el que desmontó con sus hombres y se atrincheró, enviando un mensaje a Benteen para que acudiera rápidamente. Los guerreros de Caballo Loco y del jefe Gall lanzaron una carga que rompió la línea defensiva de Custer, acabando con gran parte de los hombres. Custer con 40 hombres y varios oficiales intentó una última resistencia, pero fueron rodeados por los guerreros indios y asesinados hasta el último hombre. Custer murió con las botas puestas, disparando sus dos revólveres Colt hasta el fin. Los indios no le cortaron la cabellera, como señal de respeto hacia “Cabellos Largos”, apodo indio de Custer, su más digno y odiado enemigo. Benteen no llegó a tiempo de rescatar a Custer, se topó con Marcus Reno, ayudándole a rechazar a los indios que le atacaban. Tras finalizar el ataque, ambos oficiales escucharon los disparos desde la posición de Custer, pero Reno se negó a acudir en ayuda de Custer y ordenó a Benteen atrincherarse para defender juntos la posición que mantenían. Tras derrotar a Custer, los indios atacaron a las tropas de Reno y Benteen, las cuales pudieron rechazar dos cargas, hasta que los indios, satisfechos con la victoria abandonaron la lucha.

El 7º de caballería había perdido 268 hombres, entre ellos estaba Custer, sus dos hermanos; Thomas Custer y Boston Custer, su cuñado James Calhoun y el famoso capitán irlandés Myles Keogh, autor del himno del regimiento, “Garry Owen”. El caballo de Keogh, llamado “Comanche”, fue el único superviviente del risco donde Custer hizo su última resistencia.

Custer murió de dos disparos, uno en la sien y otro en el corazón, su cuerpo era el único que no fue mutilado por los indios después de la batalla, fue recuperado y enterrado con todos los honores, el 10 de octubre de 1877, en el cementerio de West Point. El lugar donde murió fue convertido en cementerio nacional.

Custer había muerto por una lucha en la que no creía, la mala coordinación entre las dos columnas del ejército y la lentitud de éstas dejaron al 7º de caballería solo frente a demasiados indios. El gobierno de Grant le convirtió en un mártir de la civilización, un héroe que murió por su país, emprendiendo una campaña de venganza contra los indios que le permitiría deshacerse de ellos de forma definitiva. La victoria indígena de Little Big Horn fue el inicio del fin para las naciones indias. A partir de entonces solo tendrían dos alternativas, morir o vivir en las reservas y convertirse en un atajo de borrachos pordioseros que sobreviven vendiendo baratijas a los turistas.

En mi opinión Custer era un gran general de caballería, sus increíbles éxitos eran fruto de su gran audacia y valor en combate. Era un hombre de decisiones rápidas, seguro de sí mismo, que murió porque su gobierno había logrado lo que nunca nadie pudo antes, unir a tribus indias que llevaban siglos peleando entre ellas. Custer podía haber derrotado a cualquier tribu en solitario, pero era imposible que con sus 700 hombres derrotara a masas de guerreros de 1.500 a 2.000 hombres, que encima estaban armados con fusiles de repetición Winchester, mientras que el 7º solo contaba con sus carabinas de un solo disparo.

La fama de Custer, el general de uniforme de flecos y larga cabellera rubia, sigue estando vigente hasta nuestros días gracias al cine, y a películas como “Murieron con las botas puestas”, en la que Errol Flynn encarna al protagonista de forma magnífica.

© 2009 – Autor: Marco Antonio Martín García
Todos los derechos reservados.Prohibido su uso comercial y la reproducción parcial o total de este texto sin consentimiento previo del autor.
https://senderosdelahistoria.wordpress.com

6 comentarios

  1. Hola Marco:
    Me pareció excelente tu compilación, fué muy detallada y me brindó la información que buscaba para aplicarlo en un caso de negociación estratégica.
    Por otro lado, sabes cómo fué recuperado el cuerpo, tuvieron que pelear nuevamente con los indios?
    Porque estos lo dejaron desenterrar siendo que era zona sagrada en l descansaban éstos?

    Aunque en lo personal creo que Custer no era tan bueno como dicen, si tuvo mucha suerte y la muerte lo respetó durante mucho tiempo. y los mas importante es que tracendió en la historia para siempre.

    Gracias por tu ayuda y felicitaciones.

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  2. en los relatos falta algo muy importante para mi por que en la batalla que murieron todos menos 1 ese era giovanni martini un italiano loco que se fue a luchar contra los siux y fue el unico que salio ileso me gustaria tener mas de el por que mi abuelo se llamaba giovanni martini y quiza sea un pariente se que era el que alentaba a los soldados con su trompeta y esta enterrado en estados unidos, podre conseguir mas sobre giovanni martini, lo siento como si fuera algo de mi antepasado,agradeceria a alguien que sepa algo mas desde ya mil gracias…

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    • No comparto mucho estos datos. Custer fue muy arrogante y miro en menos a los indios los consideraba inferiores militarmente, posiblemente porque el siempre combatio contra tropas regulares en la Guerra de Secesion y si un jefe militar mira en menos a su enemigo comete un error, el queria solo para el la gloria dela victoria, al no esperar al resto de las tropas, al separar a las tropas bajo su mando en tres partes, a no escuchar los consejos de los exploradores indios, y a la falta de caracter e indesicion de sus oficiles subalternos como Reno y Benteen

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  3. Bueno, para los que queriais saber mas sobre los extranjeros que formaban parte del 7º de caballeria en Little Big Horn destacar que había los italianos:
    Carlo Di Camillo DeRudio(teniente «Charles Derude» en inglés), los soldados Augusto De Voto( Augustus Voto),Giovanni Casella(John James),Francesco Lombardi(Frank Lombardy) y Giovanni Martini(John Martin), el abuelo del que ha puesto el segundo comentario…
    Como veis, todos ellos usaban sus nombres en la version inglesa,quizas para demostrar que eran americanos de pura cepa en vez de inmigrantes…
    Y si, Giovani Martini fue el unico superviviente del grupo de Custer, ya que fue el corneta que llevó el mensaje a Benteen…
    En cuanto a si hubo algun español en el 7th…pues la verdad es que si, un tal «George Horn», de Andalucia…nacido en 1843, entro en 1872 al regimiento, pertenecia a la compañia D y murió en el combate de la colina.

    Aqui os dejo algunos links con el listado completo de soldados que componian el 7º de caballería en 1876:

    Haz clic para acceder a 7thUSCavalry1876.pdf

    http://www.littlebighorn.info/Cavalry/NameH.htm

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  4. El General Custer un hombre sensible, lo mandaron a una muerte segura, como dicen los gringos a los que se sensibilizan con los Indios, «Comunistas» y no es asi; los Anglo Americanos colonizaron la tierra de los Indios y los desplazaron y Custer estaba claro, que lo que defendían eran sus derecho a vivir en sus tierras.

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