La Batalla de Belchite, 1937

La Batalla de Belchite es una de las batallas más famosas de la Guerra Civil Española (1936-1939). La resistencia épica de los sublevados de derechas o «nacionales» en el pueblo de Belchite consiguió detener la ofensiva del gobierno de la República Española contra la importante ciudad de Zaragoza. La frenética lucha casa por casa entre las tropas de ambos bandos acabó con el pueblo completamente devastado. Belchite nunca se reconstruyó, es una memoria viva de la Guerra Civil. Hoy en día sirve para recordar aquellos trágicos hechos, como atracción de feria para los turistas y como triste hogar para los fantasmas del pasado.

Iglesia Belchite
Iglesia de Belchite

1 – Antecedentes y contexto histórico:

El 18 de julio de 1936 una gran parte del ejército español, dirigido por los generales Sanjurjo, Mola y Franco, se sublevó contra el gobierno de izquierdas del Frente Popular que gobernaba la Segunda república Española (1931-1939). El objetivo de la sublevación era frenar las reformas políticas que dicho gobierno estaba llevando a cabo e instaurar un gobierno conservador de derechas.Los militares sublevados contaban con el apoyo de los partidos políticos de derechas, del movimiento fascista «Falange Española», de los monárquicos, las milicias carlistas, la Iglesia Católica y de los gobernantes de Alemania e Italia: Hitler y Mussolini.

Gracias a la movilización masiva de milicias ciudadanas, armadas y organizadas por sindicatos socialistas y anarquistas (como la CNT) y partidos políticos de izquierdas como el Partido Comunista, la sublevación militar no triunfó en todo el país. Varias regiones, y las principales urbes: Madrid y Barcelona, permanecieron leales al gobierno y con ello España quedó dividida en dos bandos enfrentados a muerte en la guerra civil más sangrienta de la historia de éste país.

En la región de Aragón, la sublevación militar, dirigida por el general Cabanellas, fue todo un éxito, ya que consiguió apoderarse de las principales ciudades: Zaragoza, Huesca, Teruel y Jaca. Solo la mitad del territorio rural quedó en manos gubernamentales. A partir de entonces, recuperar esta región se convirtió en uno de los objetivos estratégicos prioritarios de los republicanos. A lo largo del verano de 1936, una columna de milicianos anarquistas provenientes de la vecina región de Cataluña y dirigidos por su líder más carismático: Durruti, intentaron conquistar Zaragoza, pero, finalmente, tras lograr varias ganancias territoriales y llegar a tan solo 22 km de Zaragoza, la ofensiva nacional sobre Madrid hizo que los milicianos anarquistas se trasladaron a la capital para ayudar en su defensa y que se desistiera de realizar nuevas ofensivas a gran escala en el frente de Aragón.

En marzo de 1937, tras fracasar en su objetivo prioritario: la conquista de Madrid, el bando nacional, que había elegido ya al general Franco como jefe supremo de los militares sublevados, decide cambiar su objetivo estratégico; pasa a atrincherarse en el frente de Madrid y dirige la mayor parte de sus esfuerzos militares a realizar una ofensiva sobre el Frente Norte, es decir contra las regiones republicanas de Asturias, Cantabria y Vizcaya. Estas regiones estaban aisladas del resto de territorio republicano y mal defendidas. Por otro lado, en conjunto estas regiones tenían industrias y minas de carbón y hierro que eran vitales para el esfuerzo económico de la guerra y para la producción de armamento y municiones. Por ello, su conquista era vital para ambos bandos.

Al estar aisladas del resto del territorio republicano, el gobierno de la República poco podía hacer para ayudar a estas regiones del norte. Sin embargo, el gobierno decidió aprovechar la concentración de tropas nacionales en el norte de España para lanzar ofensivas sobre otros frentes menos defendidos y obligar así al enemigo a distraer tropas para su defensa. Por otro lado, estas ofensivas servirían para probar en combate la eficiencia del nuevo «Ejército Popular Republicano», creado en octubre de 1936 a imagen y semejanza del ejército soviético (con comisarios políticos encargados de disciplinar a las tropas a punta de pistola) como una solución de urgencia ante la ineficacia de las milicias para detener al Ejército Nacional; un ejército mejor armado y equipado, dotado de soldados profesionales, tropas de élite; como era la Legión Española, y de un gran número de mercenarios marroquíes que usaban como carne de cañón para evitar bajas entre sus soldados españoles. Además, los nacionales contaban con la ayuda del Cuerpo de Tropas Voluntarias italianas y de la Legión Cóndor, toda una fuerza aérea enviada por Hitler.

La primera ofensiva republicana, acontecida entre el 12 y el 19 de junio de 1937, se produjo en el frente de Aragón y fue dirigida contra la ciudad de Huesca. Pero la escasa preparación militar de las milicias anarquistas, que conformaban el grueso del ataque, dio a lugar a que éste acabara en un costoso fracaso que se cobró gran cantidad de vidas y que no pudo evitar la caída de Vizcaya, en el Frente Norte, en manos nacionales. La segunda ofensiva republicana fue en el frente de Madrid y dio lugar a la «Batalla de Brunete», acontecida entre el 6 de julio y el 25 de julio y que se saldó con otro fracaso republicano, al no poder avanzar más de 2km en el frente de Madrid y retrasar tan solo un mes la ofensiva nacional en el Norte, que, tras la caída de Vizcaya, se dirigía ahora contra Cantabria(en aquel tiempo denominada provincia de Santander).

Con objeto de hacer un nuevo intento de detener las operaciones de los nacionales en el norte de España, el gobierno republicano decidió lanzar una nueva ofensiva en el frente de Aragón. En esta ocasión el estado mayor republicano eligió atacar Zaragoza, con objeto de conquistar esta importante urbe y conseguir con ello aislar al resto de tropas nacionales de Aragón. La importancia de defender Zaragoza interrumpiría los ataques nacionales contra Santander y obligaría a los nacionales a desviar un gran número de tropas a la zona. Sin embargo, un pueblo cercano a Zaragoza se convertiría en el rompeolas donde se estrelló la ofensiva republicana. Su nombre era Belchite.

2 – La ofensiva contra Zaragoza:

Mapa Ofensiva Belchite
Mapa de la Batalla de Belchite

El peso de la ofensiva contra Zaragoza lo llevaría el denominado «Ejército del Este», comandado por el general Sebastián Pozas y compuesto por unos 80.000 soldados republicanos (8 divisiones, más varias brigadas mixtas). Entre estas fuerzas se encontraba el V Cuerpo de Ejército, comandado por el eficiente Juan Modesto y que había acudido desde el frente de Madrid para reforzar el ataque republicano. Gracias a estos refuerzos, el Ejército del Este agrupaba para la ofensiva a varias de las mejores tropas republicanas, como eran la 11ª división, comandada por Enrique Líster, la 46ª división de «El Campesino», la 45ª división de Kléber y la 35ª de Walter, estas dos últimas divisiones conformadas por Brigadas Internacionales. Como apoyo, este ejercito contaba con unos 90 aviones, (en su mayoría aviones de caza soviéticos Polikarpov I-15) y con 105 tanques T-26 soviéticos (los mejores tanques que participaron en la contienda).

Como un pequeño inciso hay que destacar que las «Brigadas Internacionales» estaban conformadas por voluntarios de todo el mundo que por idealismo habían acudido a España para defender a la República, la democracia y la libertad del pueblo español. Estos jóvenes carecían en su mayoría de formación militar, algunos de sus oficiales habían combatido en la Primera Guerra Mundial, pero poco más. Sin embargo, la República, por motivos propagandísticos usó a estas tropas como auténticas «Brigadas de Choque», es decir como si fueran soldados expertos en el asalto de posiciones defensivas enemigas, y las mandó como punta de lanza a las batallas más sangrientas. Gran parte de las tropas nacionales se creyeron la propaganda republicana, la mayoría pensaba que eran soldados comunistas rusos y por ello solían fusilar casi siempre a los internacionales que caían en sus manos, ya que para el bando nacional el comunismo era el principal responsable del estallido de la Guerra Civil.

Para defender Zaragoza, el general nacional Miguel Ponte contaba con el 5º Cuerpo de Ejército Nacional, compuesto por las divisiones de infantería 50ª, 51ª y 52ª, más 3 brigadas móviles en reserva. En total más de 70.000 hombres a los que se sumaban 65 aviones alemanes y una compañía de tanques italianos ligeros. Posteriormente se unirían a la batalla 80 aviones italianos (40 cazas Fiat Cr 32, 20 bombarderos Savoia y 20 aviones de transporte) y dos divisiones mas de infantería.

El plan de ataque republicano, sobre el papel, consistía en lanzar dos ataques convergentes por ambos flancos, al norte y al sur del río Ebro, con el objeto de cercar la ciudad de Zaragoza y aislarla del resto de fuerzas enemigas. Al mismo tiempo, se lanzaría un tercer ataque por el centro siguiendo la línea del río Ebro y que tendría como objetivo asaltar la ciudad. A estos tres ataques principales se sumarían varios ataques de distracción que tenían el objetivo de confundir al enemigo y evitar que concentrase sus fuerzas frente a los ataques principales. Para llevar a cabo estos objetivos, el ejército republicano se dividió en varias agrupaciones: la agrupación A, compuesta de cuatro brigadas (122ª,123ª,124ª y 127ª) al mando del mayor Trueba, atacaría Zuera, en el flanco norte con objeto de cortar las comunicaciones entre Zaragoza y Huesca. La agrupación B, compuesta por la 45ª división, al mando del general Kléber, atacaría la localidad de Villamayor, cercana a Zaragoza. La agrupación C, compuesta por dos brigadas (102ª y 120ª) comandadas por el mayor José Hernández de la Mano, avanzaría desde la localidad de Pina para, tras cruzar el Ebro, ayudar a envolver y rodear la localidad de Quinto; uno de los puntos fuertes nacionales, defendido por 1.200 soldados atrincherados en buenas posiciones y dotados de dos baterías de artillería y abundantes morteros y ametralladoras. La agrupación D, compuesta por el V cuerpo de ejército de Modesto (divisiones 11ª, 35ª y 46ª) más la 4ª brigada de caballería, atacarían a lo largo del frente situado entre Belchite y Quinto. Por último, una agrupación sin letra, compuesta por la 25ª división republicana, avanzaría en el extremo del flanco sur contra Puebla de Albortón. El resto de brigadas republicanas quedarían en reserva para ser utilizadas posteriormente.

El amanecer del 24 de agosto, y sin preparación artillera para favorecer el efecto sorpresa, comenzó la ofensiva republicana. En el sector al norte del Ebro los soldados de la Agrupación A consiguieron conquistar una parte de la localidad de Zuera, cortando con ello la carretera entre Zaragoza y Huesca. La Agrupación B atacó la localidad de Villamayor, aunque se encontró con una tenaz resistencia y no pudo conquistarla. En el sector centro y sur los republicanos avanzaron a buen ritmo, sobrepasando y cercando las localidades de Belchite, Quinto y Codo, donde los nacionales resistían tenazmente (hay que hacer mención especial de los 200 requetés del Tercio de Nuestra Señora de Montserrat que defendían Codo frente a miles de enemigos y que ganaron la Laureada de San Fernando por dicha acción), para después continuar hasta la línea entre Mediana y Fuentes de Ebro donde se detuvo el avance al encontrar una fuerte resistencia enemiga.

Al día siguiente, 25 de agosto, los republicanos intentaron continuar sus avances: en el flanco norte fracasaron los reiterados ataques de la Agrupación B sobre Villamayor, mientras que la Agrupación A perdía sus posiciones en Zuera ante un contraataque que permitió a los nacionales restablecer las comunicaciones por carretera con Zaragoza. En el flanco centro y sur los republicanos conquistaron tras duros combates los pueblos de Quinto (tomado casa por casa por la 15ª Brigada Internacional) y Codo e iniciaron las operaciones contra Belchite. En los días siguientes, 26 y 27, los republicanos consiguieron tomar Villamayor y Puebla de Albortón, mientras continuaban la presión sobre Zuera en el norte, y sobre Fuentes de Ebro en el centro y Belchite en el sur. El destinar un gran número de tropas a la conquista de Belchite impedía que los republicanos pudieran avanzar con todas sus fuerzas contra la línea Mediana-Fuentes de Ebro. Si conseguían superar esta línea, los republicanos conseguirían llegar a las puertas de Zaragoza. Pero, obviamente, los nacionales sabían el peligro que corrían y por ello emplearon todos sus recursos en defender este sector del frente.

El día 28 acudieron desde Madrid los primeros refuerzos nacionales: la 150ª división, al mando de Sáez de Buruaga, que se desplegó en Fuentes de Ebro y la 13ª división de los nacionales, al mando del general Barrón, que se desplegó a la altura de Mediana, encontrándose con que los republicanos ya habían conquistado la localidad y atrincherándose a las afueras de la misma para defender este sector del frente. También acudieron al frente 80 aviones italianos que empezaron a disputar la superioridad aérea republicana de la que habían gozado los republicanos al inicio de la batalla, una superioridad que tampoco era determinante al ser sus aviones principalmente cazas y tener solo 18 bombarderos con los que apoyar el ataque terrestre.

Ni que decir tiene, que la llegada de estos refuerzos nacionales detuvieron la ofensiva republicana sobre Fuentes de Ebro y acabaron con sus esperanzas de conquistar Zaragoza. A partir de entonces, los republicanos se colocarían a la defensiva para defender el terreno ganado y su objetivo principal pasaría a ser la conquista de Belchite. Por su parte, los nacionales, en los días 30-31 de agosto, lanzaron una contraofensiva en el flanco norte con objeto de retomar los aledaños de Zuera e intentaron presionar en el flanco sur con objeto de salvar a los asediados defensores de Belchite. Sin embargo, la ofensiva que lanzó la 13ª división de Barrón fue detenida en seco por los defensores republicanos y no logró auxiliar a los defensores de Belchite.

Con la caída de ésta localidad en manos republicanas el día 6 de septiembre de 1937 las operaciones militares concluyeron y el frente volvió a quedar en silencio. La ofensiva republicana había acabado en un nuevo fracaso, no había logrado conquistar Zaragoza, ni detener la ofensiva nacional contra Santander, su único logro había sido tomar Belchite y mejorar la línea de frente de cara a futuras operaciones en la zona.

El principal motivo del fracaso republicano fue el estancamiento de su ataque en Belchite, Codo y Quinto. Perder el tiempo conquistando estas localidades impidió que los republicanos pudieran avanzar rápidamente y concentrar sus fuerzas para conquistar Fuentes de Ebro y avanzar sobre Zaragoza, permitiendo así a los nacionales traer al frente suficientes refuerzos para detener la ofensiva y alzarse con la victoria. Por otro lado, el desplegar un mayor número de tropas en el flanco sur, dejó al flanco norte, es decir las Agrupaciones A y B, bastante mermado para lograr sus objetivos (que pese a todo lograron), si hubieran tenido más tropas y más apoyo, estas dos agrupaciones podían haber avanzado desde la línea de Villamayor sobre Zaragoza y conseguir amenazar la ciudad directamente. Un buen resumen de la batalla, fue el que hizo el ministro de defensa republicano Indalecio Prieto en un telegrama dirigido al general Pozas: «Tantas fuerzas para tomar cuatro o cinco pueblos no satisfacen ni al Ministerio de Defensa ni a nadie«.

Belchite, por su parte, se convirtió en una nueva leyenda épica para el bando nacional. Ahora toca analizar de cerca lo que ocurrió en esta localidad.

3 – La batalla de Belchite:

Calles de Belchite
Calles de Belchite

Como hemos visto en el capítulo anterior, tras los avances republicanos del 24 y 25 de agosto, la localidad de Belchite quedó cercada y alejada del frente nacional. Sin embargo, Belchite, localidad que por entonces contaba con unos 4.000 habitantes, no estaba dispuesta a rendirse. El pueblo en sí estaba bien defendido, contaba con varios puntos fuertes defendidos con ametralladoras, a los que se sumaban barricadas en todas las calles y defensores atrincherados en todas las casas. Al mando de la defensa estaba el teniente coronel Enrique San Martín que contaba para su defensa con unos 6.000 combatientes decididos a resistir hasta la muerte: 2.273 soldados regulares, a los que se sumaban requetés, falangistas y civiles del pueblo armados, que estaban liderados por su alcalde: Ramón Trallero.

La conquista de Belchite fue encargada por el mando republicano a dos de sus mejores divisiones: la 11ª de Líster (brigadas 68ª, 9ª y 100ª) y la 35ª del general Walter, conformada por la 32ª brigada y la 11ª y 15ª brigadas internacionales (recordemos que esta última se había distinguido en la conquista de Quinto). Los primeros ataques republicanos tenían por objeto «apretar» el cerco sobre la población, ocupando para ello las afueras de la misma y obligar a los defensores a concentrarse en el casco urbano. El 29 de agosto los republicanos conquistaron la ermita de El Pueyo, y al día siguiente el vértice Voladico y el cementerio. Por último, el día 31 se conquistó, tras duros combates, la estación de ferrocarril y la fábrica de aceite consumándose el cerco que constreñía a los defensores al casco urbano.

Estas primeras operaciones se complementaron con dos acciones destinadas a desmoralizar a los defensores: el corte de suministro de agua (la ofensiva republicana se había desatado en el verano y los soldados de ambos bandos tenían un enemigo común: el fuerte calor) y los primeros bombardeos del casco urbano. El 1 de septiembre, los republicanos lanzan sobre el pueblo numerosos ataques aéreos, con objeto de «ablandar» las defensas para su posterior asalto. El día 2 los republicanos toman el Seminario y lanzan reiterados asaltos contra el casco urbano. La 15ª Brigada Internacional, apoyada por varios tanques, llega hasta la calle Mayor, entablándose durísimos combates casa por casa. Debido al estallido fortuito de uno de los morteros que usaban los defensores murieron varios de los mandos nacionales, entre ellos el alcalde Ramón Trallero y el comandante Luis Rodríguez Córdova.

Al día siguiente los combates se suceden con gran intensidad, sin que los republicanos consigan avanzar más que unos metros. Los defensores nacionales luchan fanaticamente y prefieren morir en su puesto antes que retroceder. La única forma de desalojarlos de sus posiciones es tomar cada casa a punta de granada. En esta furiosa lucha bajo el calor del verano y sufriendo el hedor de los cadáveres que pueblan las calles no hay lugar para la piedad y muchas veces los internacionales fusilan a los enemigos que intentan rendirse. El día 4, como medida extrema para doblegar a los defensores, los atacantes proceden al incendio de una parte del pueblo y a la voladura de varias casas. Ningún bando cede y poco a poco la superioridad numérica de los atacantes se hace notar, la mayor parte del pueblo está en sus manos y los defensores solo mantienen un puñado de reductos en torno a la iglesia de San Martín, la iglesia de San Agustín y el ayuntamiento. El día 5 los republicanos conquistan la iglesia de San Martín, el hospital, donde se capturan a 200 heridos enemigos y una parte del ayuntamiento. Su victoria es ya casi completa. Esa misma noche, 300 defensores nacionales liderados por el comandante falangista Joaquín de Santa Pau intentan romper las líneas enemigas con objeto de escapar hacía Zaragoza. Solo unos 80 lo consiguen, muriendo Santa Pau y el resto en el intento o en las afueras de Belchite.

El día 6 los republicanos se alzan finalmente con la victoria en Belchite y finaliza la ofensiva sobre Zaragoza. La conquista del pueblo les había costado más de 2.500 bajas entre muertos y heridos. Por contra, habían causando un número similar de bajas entre los defensores, y habían capturado 2.411 prisioneros nacionales. Pese a todo, esta victoria intrascendente serviría mucho para alzar la moral republicana, muy dañada tras perder sus territorios en el Norte de España. El 10 de marzo de 1938, las tropas nacionales reconquistaron la localidad.

Una vez acabada la guerra, el general Franco instauró su dictadura personalista basada en un nacionalismo católico que rayaba el fanatismo. Franco decidirá los destinos de España hasta su muerte en 1975. Una de sus decisiones fue la de no reconstruir el pueblo de Belchite sino construir uno nuevo al lado, utilizando prisioneros republicanos como mano de obra, y dejar las ruinas del anterior como recuerdo propagandístico de la Guerra Civil. Hoy en día, cualquier turista puede visitarlas y hacerse una idea de lo que fue el combate entre sus calles durante aquella tragedia colectiva que fue la Guerra Civil.

Fotografías: Cedidas por don Pablo González Fernández.

Mapa: Creado con Photoshop a partir de dos mapas diferentes, elaborados originalmente por M.Aznar, y que aparecen en los libros citados anteriormente.

Fuentes y Bibliografía:

  • Bradley, K.: The International Brigades in Spain. Editorial Osprey. Oxford, Reino Unido,1994. ISBN-10: ‎1855323672
  • Salas Larrazábal, R.: Ejército Popular de la República. Editorial La Esfera de los Libros. Madrid, España, 2006. ISBN: 9788497344654
  • Varios: Historia de España: República y Guerra Civil. Editorial Instituto Gallach. Madrid.

© 2013 – Autor: Marco Antonio Martín García
Todos los derechos reservados.Prohibido su uso comercial y la reproducción parcial o total del contenido de este artículo (texto y fotos) sin consentimiento previo del autor. https://senderosdelahistoria.wordpress.com


14 comentarios

  1. Hola mi nombre es Nacho blanes y mi email es nachoblanes1@gmail.com, me dedico de forma amateur a trabajar la Memoria Historica. En la actualidad estoy finalizando un libro sobre las batallas en las que participó erl Batallón Británico en la Guera Civil y estoy recopilando elementos fotográficos, en este caso mapas de las diferentes batallas.

    Buscando en Internet he localizado algún mapa en su web y me gustaría pedirle permiso para incluirlo en el libro, siempre bajo su consentimiento y reflejando la autoría de éste.

    Le estaría inmensamente agradecido.

    Atte,

    Nacho Blanes.

    Me gusta

    • Hola, muy buenas.

      Respecto a su pregunta sobre el mapa que incluyo, le informo de que le he creado con
      Photoshop basándome en dos mapas pertenecientes a los libros que aparecen en las fuentes.
      Si le es útil, es libre de usarlo como guste, citando la composición del mismo.
      Aunque estoy seguro de que en cualquier biblioteca especializada encontrará mapas mejores.

      Por otro lado me gustaría felicitarle por el audiovisual realizado sobre las Brigadas Internacionales y animarle a seguir con un tema tan interesante como es el la participación del Batallón Británico en la Guerra Civil. El libro de Osprey sobre las Brigadas Internacionales, aunque es bastante breve, se centra bastante en el Batallón Británico y le puede ser útil para temas de fotografías, equipamiento militar, armamento y uniformes.

      Un cordial saludo.

      Marco Antonio Martín García
      Senderos de la Historia

      Me gusta

  2. Esta muy bien explicada la batalla, mi padre estaba en 153 BM en varias imagenes del fotografo Centelles aparece el combatiendo, me explico que lo peor fue el calor y el olor de unos caballos muertos en una carga, aparte me dijo que en un campo de olivos habian dejado las boinas rojas de los requetes muertos, como respeto, el fue de los que entraron en Belchite para acabar con la ultima resistencia.

    Me gusta

  3. soy diplomado en ciencias bélicas la guerra fue tan lenta porque el ejercito sublevado no disponía de los medios para acabar con ella rápido como demostró en Madrid la única batalla que perdió franco en toda su vida, los italianos demostraron su ineficacia como soldados en Guadalajara así que a los italianos no los apoyaba franco para que lucharan, los nazis a parte de probar armas no hicieron otra cosa.
    Franco tenia bastantes dificultades para ganar la guerra los aviones que le entregaron los nazis eran débiles y podían cargar bombas algunos pero eran de carga bastante limitada por si fuera poco volaban más bajo y lento que los republicanos. Estos eran resistentes y podían cargar mayor cantidad de bombas y disparar más balas por minuto, por otra parte, los sublevados no tenían tanques sino tanquetas no tenían cañón eran montados a ametralladora y mas lentos.
    O sea tenían superioridad aérea algo importante y mejores tanques pero no infantería experimentada.
    Franco no podía utilizar ataques masivos porque perdería bastantes vidas de manera innecesaria así que ataco por el norte que era donde el ejercito republicano estaba peor armado provocando una guerra de desgaste hasta el final , el fallo de la republica es que se centro en atacar civiles bombardeando las plazas del norte de áfrica, bombardeo de Cáceres, bombardeo de cabra, paracuellos y si el ejercito de franco mató civiles en la guerra claro esta.
    Republica fue dominada completamente por Stalin que tenia buenos asesores militares pero no lo supieron aprovechar.
    Con la llegada de franco al poder comienzan las hambrunas, la represión y la corrupción se hacen notar momentos malos, hasta la llegada del milagro español un auge económico sin precedentes comparable a la época de los reyes católicos que va desde el 60 al 73 y vuelta otra vez la pobreza.
    Hay que tener en cuenta que la republica no era democrática las elecciones estaban manipuladas y la economía era desastrosa.
    El auge español fue con franco la renta paso de 200 dólares a más de 2000.

    Me gusta

    • Gracias por dejar tus comentarios, que ayudan a mantener vivo este blog. Y sin entrar en polémicas, ya que la Guerra Civil es un tema que me duele en el alma por el sufrimiento que ocasionó a tanta gente inocente y apolítica, me gustaría hacer algunas puntualizaciones:

      1 – La República fue democrática hasta que estalló la guerra y al gobierno no le quedó mas opción que recurrir a los comunistas (nacionales y soviéticos), ante la falta de ayuda de otras naciones demócratas.
      Este carácter democrático lo demuestra claramente el hecho de que existiera alternancia en el poder: fueron partidos «conservadores» de centro-derecha (PRR) y derecha (CEDA) los que gobernaron el país desde diciembre de 1933 a febrero de 1936.

      2 – El armamento soviético (tanques y aviones) probablemente era mejor que el proporcionado a los sublevados por alemanes e italianos, pero no fue empleado adecuadamente por carencias de coordinación, falta de oficiales superiores, y de pilotos y carristas bien entrenados en las tácticas modernas que los soviéticos querían experimentar durante el conflicto. Unas tácticas para las que el ejercito republicano, falto de medios logísticos y de entrenamiento inter-armas, no estaba preparado.

      3 – Franco sería un buen organizador y un táctico mas o menos decente, pero como estratega me parece mediocre: primero falló en tratar de capturar al asalto una ciudad tan grande como Madrid, luego fracasó en los movimientos para cercar la capital, fracasó en el auxilio tardío a Teruel, y en la ofensiva contra Valencia, cuando lo lógico habría sido marchar sobre Cataluña. Su principal fallo, o virtud, es que no estaba dispuesto a asumir grandes riesgos. Para Franco eran mas importantes las ganancias políticas que las militares.

      4 – El hambre que se pasó en la posguerra fue atroz, y para muchos ex combatientes llegó tarde el milagro económico, ya que favoreció principalmente a los más jóvenes (sobre todo a los nacidos en los 50). Pero lo peor de la guerra y de la posguerra fue la represión, muchas veces realizada por venganzas personales, o para robar tierras, ect…Los odios entre vecinos, familiares, desataron injusticias y tragedias que aún hoy en día no se olvidan en algunas zonas. De esto, ambos bandos son culpables.

      5 – Personalmente, y antes de que nadie me señale, no soy ni de un bando ni del otro, creo que todas las ideologías del siglo XX están caducas, y que hay que buscar nuevas ideologías para generaciones con problemas muy diferentes a los del siglo pasado. Tengo mis propias ideas y no necesito seguir a ningún partido o personaje. Para finalizar opino que deberíamos cerrar pagina y mirar hacía el futuro, buscando ser mejores y evitar que la diferencia de ideas se resuelva a golpes, pero,….viendo el panorama, lo dudo.

      Un cordial saludo.

      Me gusta

  4. Es un honor volver a discutir contigo, he leído muchos artículos que has escrito me parecen de peso así que si te ofendí perdón.
    La republica si era democrática pero el frente popular iba a llevar a cabo una revolución comunista, la represión política era brutal y Stalin estaba controlando al frente popular.
    Lo que explicaría la quema de iglesias y de conventos, presos políticos,60000 españoles asesinados por su condición católica, matanzas de curas etc.
    Tenia también cosas buenas como dar el voto a la mujer, y alguna cosilla pero la economía era desastrosa como dijo Stanley pein era mas peligroso no sublevarse que hacerlo, en mi opinión era una anarquía, pues, el estado no ejercía ninguna función a parte de reprimir ni siquiera se investigaba históricamente el frente popular fue un desastre político, económico y social.
    Franco fue un buen militar digan lo que digan, vamos explicarlo:
    Se encontró en marruecos con un ejercito desmotivado por las guerrillas de los rifeños, creo la legión con millan astray y creo una guerrilla dentro de la propia guerrilla que permitió recuperar parte del territorio perdido en anual, llevo a cabo el desembarco de alhucemas de forma exitosa se ganó la confianza de sus soldados de manera rápida.
    En la guerra civil Hitler y Mussolini lo asesoraron para que acabara la guerra de forma rápida , les hizo caso y fue derrotado, no pidia correr demasiados riesgos porque acabarían en desastre todos.
    Se dirigió hacia norte y provoco una guerra de desgaste como ya dije hasta el final, si hubiera hecho lo tu dices la republica hubiera ganado la guerra de forma rápida .
    Tienes que tener en cuanta que franco dividió a la republica y esta asesino durante la guerra a personas de su propio bando y es lo que explicaría la ruptura de su ejercito pues en una guerra no puede haber un ejercito fuerte y unido que al mismo tiempo mate a su pueblo.
    Derrotó al maquis que era una guerrilla en la retaguardia solo con la acción de la guardia civil.

    Me gusta

  5. Pero desde el punto de vista del soldado de infantería fue como se hizo más famoso entre sus soldados.
    Ellos decían :
    «Es el primero que corre hacia el enemigo en avanzadilla, lo hemos visto disparar delante de todos los demás soldados en un momento en que no se podía levantar la cabeza de cantidad de balas que caían a su alrededor»
    » No era igual que los oficiales que se van de juerga y se emborrachan el se queda en su tienda leyendo libros de tratados militares».
    Con franco se cometió corrupción ,cierto, mucha corrupción. Pero la verdad, es que, a día de hoy se comete una corrupción impresionante, mira el propio caso del rey juan Carlos mandándole dinero publico a sus amantes para comprar su silencio, y la gente los aclama.
    Y el que es ahora rey a aumentado el presupuesto de la familia real 7,65 millones anuales a 7,85, algo que no he visto en las noticias porque hacen ver a la gente lo que les interesa.
    Como dijo millan astray » España es un país con pueblos y ciudadanos valientes y políticos y mandatarios incompetentes».
    Gracias.

    Me gusta

    • Mis saludos a Don Marco disculpe por no haberlo saludado en mi primer comentario, pero cono decimos en Chile mas vale tarde que nunca.
      En cuanto a este acontecimiento ocurrido durante la Guerra Civil Española, aparte de todas las causas o motivos que tuvieron las Fuerzas Republicanas era la falta de disciplina sobre todo de las Milicias ya que son civiles armados sin conocimiento militar y sin mucho conocimiento en sacarle provecho al armamento y menos
      al terreno en que ocurrieron las operaciones y por ende no obedecian ni acataban las ordenes de sus superiores y una tropa indiciplinada siempre sera derrotada.
      SALUDOS

      Me gusta

  6. Hola, me gustaría saber si el mapa de la ofensiva sobre Zaragoza es de usted y si me da permiso para utilizarlo en un trabajo académico, citándolo como autor y referenciándolo.
    Gracias. Un saludo.

    Me gusta

    • Hola, muy buenas. El mapa es una composición mía en base a dos antiguos mapas de diferentes libros, como viene indicado tras el apartado fuentes. O sea, que, en todo caso, deberías citar al autor original, que fue Manuel Aznar. Y, por mi parte, yo no tengo problema en que lo utilices, por desgracia ya hay un montón de páginas y webs que lo están usando sin permiso. Un cordial saludo.

      Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.