Joseph Orville Shelby, 1830-1897

El general confederado Joseph O. Shelby fue uno de los mejores comandantes de caballería durante la Guerra Civil de los Estados Unidos (1861-1865). A medio camino entre aristócrata y líder guerrillero, Shelby fue un personaje indomable, dotado de gran atrevimiento y de un valor casi suicida. Sus exitosas correrías, y ataques relámpago, contra el poderoso ejército de la Unión le convirtieron en un ídolo para los soldados rebeldes del Sur. Una verdadera leyenda que pasó a la posteridad por no rendirse nunca. Por otro lado, Shelby fue también un apasionado defensor de las ideas tradicionalistas, y de la esclavitud, siendo una buena muestra de la mentalidad de los caballeros sureños; la aristocracia agraria que se oponía al ineludible cambio que para su mundo significaba el progreso. En su apasionada defensa de este modo de vida obsoleto, Shelby destacó por ser un hombre indomable hasta el final.

Joseph Orville Shelby (1830-1897)
Joseph Orville Shelby (1830-1897)

1 – Introducción:

La Guerra Civil de Estados Unidos, o Guerra de Secesión (1861-1865), fue un conflicto bélico sumamente interesante y, relativamente, poco conocido fuera de EEUU. Por otro lado, el conocimiento sobre dicho conflicto se ve reducido, en muchas ocasiones, a tópicos surgidos de las aportaciones del cine o la literatura. Casi todo el mundo concuerda en que el origen de la guerra se encuentra en la intención, del presidente Abraham Lincoln (1809-1865), de abolir la esclavitud en el país. Una medida que perjudicaba enormemente a los estados del Sur, que dependían de la mano de obra esclava para sostener su anticuada agricultura latifundista. Pero, aparte de esto, en el estallido del conflicto, tuvo también una gran importancia la divergencia ideológica existente entre unos Estados del Norte que pretendían construir un país más unificado, industrializado, y moderno, y unos Estados del Sur que defendían un alto grado de autonomía, una economía agrícola, y unos valores conservadores. Fue, en definitiva, un conflicto en el que se enfrentaron el pasado y el futuro, el mundo aristocrático agrario y el mundo industrial, el sistema económico esclavista con el sistema capitalista. Fue, en definitiva, una época de crisis y grandes cambios, de la que Estados Unidos salió fortalecido en todos los niveles. en pocos años, se convertiría en potencia mundial.

Aparte de esto, y desde el punto de vista puramente militar, la Guerra Civil de Estados Unidos es un conflicto muy interesante para el estudio, ya que en éste se comienzan a percibir los grandes cambios de fin de siglo. Es decir: la transición entre un modo de combatir al más puro estilo napoleónico, con formaciones cerradas y empleo táctico de la caballería, a una guerra total en la que comienzan a emplearse las trincheras, los ferrocarriles, y las ametralladoras. Una guerra que deja entrever los horrores que décadas después experimentará Europa, durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918).

Una vez presentado a grandes rasgos el contexto y la época en que le tocó vivir al personaje protagonista de este artículo es hora de hablar propiamente de él.

2 – Joseph Orville Shelby:

Joseph O. Shelby nació, el 12 de diciembre de 1830, en Lexington, en el estado de Kentucky, en el centro-oeste de los EE. UU. Su familia, era una de las más ricas y poderosas del estado y, gracias a ello, Shelby pudo criarse en la abundancia, y recibir la mejor educación posible (para la época). Sin embargo, no todo sería felicidad, a los cinco años su padre falleció y, posteriormente, su madre se casó con Benjamín Gratz, un manufacturero del cáñamo, que pasó a convertirse en su padrastro. Del resto de su infancia no se sabe mucho más. Cuando llegó a la adolescencia, Shelby acudió a la Universidad de Transilvania, en Lexington, y, a diferencia de la mayoría de jóvenes de alta sociedad de la época, tras finalizar sus estudios no se enroló en el ejército, o en la milicia del Estado, para ser oficial. Siguiendo la tradición empresarial de la familia, en 1849, se trasladó a Missouri para trabajar en la factoría de su padre adoptivo, en donde se procesaba cáñamo para convertirlo en fibra, sogas, papel, o incluso componentes para medicinas. Posteriormente, los productos manufacturados eran trasladados por el río, en barcos de vapor, hasta los centros de venta y distribución. Gracias a este rápido medio de transporte, y a la mano de obra esclava, el negocio era sumamente productivo, generando una importante riqueza.

En 1852, Shelby heredó una gran cantidad de dinero y se trasladó a la pequeña villa de Waverly, en el condado de Lafayette, de Missouri. Allí Shelby compró una gran cantidad de tierras y las convirtió en grandes plantaciones de cáñamo, de maíz, y en ranchos para la cría de ganado. También estableció una factoría dedicada a la transformación del cáñamo en sogas. Por otro lado, Shelby era un excelente jinete y los caballos eran una de sus mayores pasiones, así que estableció también en sus tierras un criadero de caballos pura sangre.

En 1858 Shelby se casó con Elisabeth Shelby, una prima lejana que recientemente había emigrado a Missouri con su familia, con la cual tendría 6 hijos. En aquel tiempo Shelby vivía en la prosperidad y era uno de los mayores propietarios de esclavos del Estado, pero pronto cambiaría todo esto cuando ese mismo año comenzaron disturbios en el territorio de Kansas, entre abolicionistas de la esclavitud y pro esclavistas. La mayoría de pro esclavistas estaban apoyados por sus vecinos de Missouri y, entre sus líderes, estaba Shelby.

El apoyo de Shelby a los pro-esclavistas era fácilmente comprensible (aunque quizás moralmente condenable), si tenemos en cuenta que toda su economía y prosperidad se basaba en la mano de obra esclava, con los bajos costos de producción que dicha práctica conlleva. En caso de que en Kansas ganaran los abolicionistas, era de prever que la influencia de sus ideas se extendiese al cercano Missouri, y que los negocios de los grandes terratenientes latifundistas se viesen afectados por ello. Sin esclavos, sus costes de producción se incrementarían mucho y, eso era algo que Shelby, y los demás terratenientes, no estaban dispuestos a consentir.

En poco tiempo, la tensión entre ambos bandos se incrementó tanto que acabaron recurriendo a la violencia. Las incursiones de bandas de jinetes, de ambos bandos, unos para liberar esclavos y quemar plantaciones, y otros para vengarse, extendieron el caos por todo el territorio. En estas incursiones, Shelby aprendería a combatir, a cabalgar sin descanso y, también a huir para atacar en otro sitio o en otro momento. Lecciones, que le servirían de mucho en la guerra que se estaba gestando, ante el triunfo electoral de Lincoln y los abolicionistas.

El 20 de diciembre de 1960, Carolina del Sur declaró su secesión de los Estados Unidos. A esta proclama le seguiría toda una oleada de proclamaciones secesionistas en los Estados del Sur, que decidieron separarse de los Estados Unidos de América para fundar su propio país: los Estados Confederados de América. En 1861, la tensión entre ambos bandos finalmente estalló y se desató la guerra entre los estados del norte, partidarios de la Unión Federal y los estados separatistas del sur.

En Missouri, el gobernador del estado, Claiborne Fox Jackson y los grandes terratenientes algodoneros eran partidarios de la secesión, pero varias de las grandes ciudades, como Columbia y Saint Louis, donde la población inmigrante alemana, de ideología abolicionista, era mayoritaria, no estaban a favor de la secesión. El 10 de mayo de 1861 las tropas federales al mando del capitán Nathaniel Lyon y la milicia alemana reprimieron sangrientamente a un grupo de secesionistas que pretendían asaltar el arsenal federal en Saint Louis. Este acto provocó que finalmente el gobernador se decidiese a proclamar la secesión de los EE. UU. y a reunir partidarios para crear un ejército estatal. Sin embargo, en junio, las tropas federales derrotaron al gobernador y pasaron a controlar el río Missouri y la mayor parte del estado. Tan solo el suroeste del estado permaneció en manos secesionistas.

Mientras tanto, Shelby se dedicaba a comprar armas y municiones para crear, con su dinero, su propia unidad militar de 43 hombres, la Caballería del condado Lafayette. Una vez armados y preparados, Shelby y sus hombres se unieron a las milicias secesionistas del mayor general Sterling Price (1809-1867), un veterano de la guerra entre EE. UU. y México, para participar en su primera batalla contra los federales: la Batalla de Carthage (Cartago en español).

El 5 de julio de 1861, unos mil soldados federales al mando del coronel Franz Siegel (1824-1902), se dirigieron al pueblo de Carthage para enfrentarse a los rebeldes secesionistas. Pese a que los secesionistas tenían casi cuatro mil hombres para responder al ataque federal, carecían de armas adecuadas, y de disciplina, y fueron presa fácil para las tropas federales, mucho mejor adiestradas. Solo la intervención de Shelby, al mando de unos 100 soldados de caballería, pudo salvar la situación. Shelby y sus jinetes se infiltraron a través del flanco izquierdo enemigo y comenzaron a atacar la retaguardia del ejército federal, su artillería, y su columna de suministros. Siegel, que estaba a punto de ganar la batalla, se vio completamente sorprendido y ordenó la retirada. Mientras tanto, las tropas de Shelby no cesaron en su hostigamiento y persiguieron a los federales, causandoles numerosas bajas, hasta que por fin Siegel logró organizar de nuevo su retaguardia y detenerlos.

La táctica empleada por Shelby para acosar al enemigo en aquella ocasión fue bastante sencilla, y, al mismo tiempo, eficaz. Aprovechando la velocidad de sus caballos sus soldados se adelantaban a la infantería enemiga, y tras eso desmontaban para preparar una emboscada. Al acercarse el enemigo lanzaban varias descargas de fuego, infringiéndoles varias bajas, y, antes de que pudiesen reaccionar, volvían a montar y se retiraban para continuar de nuevo sus ataques en otro punto. Una buena muestra de cómo Shelby entendía el combate.

Tras la batalla, el mayor general Price se dio cuenta que sus milicianos no estaban preparados para enfrentarse en campo abierto a los federales y se retiró hacia sus cuarteles, en el suroeste del estado, para iniciar un entrenamiento intensivo de sus hombres. A Shelby, por su parte, le encargó la misión de buscar nuevos reclutas y suministros, pero, con el resto de Missouri infestado de tropas federales, la tarea no era nada fácil y Shelby se dedicó más a desgastar a los federales con sus tácticas de “golpear y huir” que a buscar reclutas. Sus acciones guerrilleras se saldaron con un éxito rotundo cuando consiguió apresar un barco de vapor, que transportaba sacos de harina del ejército federal, por el río Missouri. Shelby se quedó con una parte del botín, para abastecer a sus hombres, y el resto de sacos de harina capturados los repartió entre sus vecinos de Waverly.

Semanas después, Shelby se unió, de nuevo, al ejército del mayor general Price para participar en el ataque con el que éste pretendía conquistar la ciudad de Springfield. Sin embargo, gracias a sus espías, los federales se enteraron a tiempo de los planes de Price y pudieron prepararse para hacerle frente. El 10 de agosto de 1861, el comandante federal, Nathaniel Lyon (1818-1861), decidió atacar el campamento confederado, emplazado en Wilson’s Creek, pese a contar con tan solo con 5.400 soldados frente a los 11.000 que tenía Price. Pese a esta manifiesta inferioridad númerica, Lyon decidió arriesgar el todo por el todo y atacar. Para ello, dividió a sus tropas en dos columnas, con intención de realizar una clásica maniobra de pinza, con la que cercar a los desprevenidos confederados, y forzarlos a capitular o, en caso contrario, causarles un gran número de bajas.

Siguiendo este plan, las tropas de la unión avanzaron para ocupar las colinas dominantes, colocándose en clara ventaja. Al darse cuenta del peligro al que se enfrentaban, los confederados comenzaron a contraatacar para detener la maniobra de pinza de los federales. Shelby, cargó valientemente con sus jinetes, colina arriba, pero su ataque fue fácilmente rechazado, y se vió forzado a replegarse, tras sufrir grandes pérdidas. Sólo mediante continuas, y costosas, cargas de infantería los confederados consiguieron finalmente detener a los federales. Poco después, el comandante Lyon cayó muerto en combate y las tropas de la Unión, desmoralizadas, se retiraron de la sangrienta batalla. Pese a obtener de nuevo la victoria, los confederados se dieron cuenta de lo costosa que esta batalla había sido para su infantería, y de las numerosas vidas que se hubiesen salvado si tan solo hubiesen contado con algunas piezas de artillería con las que apoyar sus contraataques. A partir de entonces, Shelby decidió que su mayor prioridad sería conseguir cañones para el ejército de Price.

Mientras el general Price se dedicaba a la conquista de Lexington, Shelby lanzó una nueva expedición al territorio ocupado por los federales con el objetivo de reclutar nuevos voluntarios entre la población local, simpatizante con su causa y de paso causar tantos daños como pudiera al ejército enemigo. Tras lograr sus objetivos, Shelby y sus hombres, conocidos ya como la “Brigada de Hierro” ,se reunieron de nuevo con el ejército de Price para participar en la batalla de Pea Ridge.

La batalla de Pea Ridge, librada entre el 6 y el 8 de marzo de 1862, se saldó con una contundente derrota para los confederados. Poco después el general Price y sus tropas serían trasladados, al frente del este, para combatir al lado de las tropas del general Lee. Por su parte, Shelby pasó a formar parte de las tropas del general Marmaduke, junto a las cuales participó, a comienzos de 1863, en dos grandes incursiones en territorio enemigo. Estas dos incursiones se saldaron con costosas y trágicas derrotas, ya que Marmaduke, era un líder bastante incompetente.

Al comienzo del verano de 1863, Shelby participó en una ofensiva confederada contra la ciudad de Helena. Esta operación pretendía amenazar las líneas de suministros del ejército federal comandado por el general Grant, el cual estaba avanzando imparablemente hacia la ciudad de Vicksburg, cuya importancia estratégica era vital para la supervivencia de la Confederación. La batalla por la ciudad de Helena se saldó con un estrepitoso fracaso que causó numerosas bajas. Shelby fue herido de un disparo en el brazo y estuvo convaleciente en el hospital varias semanas.

El 4 de Julio de 1863, el ejército federal de Grant conquistó la ciudad de Vicksburg y la Confederación se partió en dos mitades, este y oeste. Todo parecía perdido, y la sensación de derrota se extendía sobre los confederados del oeste, pero, el indomable Shelby, para entonces comandante del 5º Regimiento de Caballería, aún tenía Fe en poder derrotar a los unionistas y reconquistar Missouri. Es entonces cuando decidió lanzar, sobre Missouri, la mayor incursión tras las líneas enemigas realizada durante toda la guerra.

Soldados confederados de caballería
Soldados confederados de caballería

3 – La Gran Incursión de Shelby:

El plan de Shelby era sencillo, cabalgaría hacia Missouri con su Brigada de Hierro: 750 hombres, 2 cañones, y una abundante caravana de suministros, con objeto de causar el mayor número de daño posible y distraer el mayor número posible de tropas federales de la importante ofensiva que estaban lanzando contra Chattanooga, en Tennessee. Como objetivo secundario, Shelby planeaba conquistar la capital del estado de Missouri, para causar un gran impacto y levantar la moral de los confederados. Por último, el raid serviría para reclutar el mayor número posible de simpatizantes que vivían bajo la ocupación federal.

La Gran Incursión de Shelby
La Gran Incursión de Shelby


Así escrito la cosa puede parecer relativamente sencilla, pero si tenemos en cuenta que Missouri estaba ocupado por más de 60.000 soldados federales bien armados y entrenados y cerca de 50.000 milicianos (compuestos por voluntarios partidarios de la unión, reclutas forzosos, desertores confederados y delincuentes que buscaban redimirse) la tarea no parece tan sencilla. Más, si tenemos en cuenta que Shelby tenía que llegar a Missouri sin ser detectado por las numerosas patrullas enemigas. Lo más curioso de todo es que Shelby no realizó ningún plan de ataque detallado, sino que decidió improvisar sobre la marcha. La velocidad, la sorpresa, el conocimiento del terreno, y, el apoyo de simpatizantes confederados en territorio enemigo, serían sus principales armas.

El 21 de septiembre de 1861, el plan de Shelby recibió la aprobación formal de su superior, el general Price, y se puso en camino hacía Missouri. La vanguardia de sus tropas estaba formada por los exploradores del mayor Ben Elliot; 100 soldados de élite reclutados entre los veteranos más duros y que llevaban más tiempo con Shelby. Para no causar sospechas los exploradores estaban vestidos con uniformes de la Unión e incluso llevaban una bandera federal capturada. Muchos otros hombres de Shelby también recurrían al mismo subterfugio de vestirse con uniformes enemigos, algo útil para pasar desapercibidos en territorio enemigo pero que significaba el fusilamiento como espías en caso de ser capturados.

El 26 de septiembre, mientras atravesaban Arkansas, los exploradores de Shelby encontraron el campamento de unos 200 bandidos y desertores unionistas que se dedicaban a causar el terror sobre la población civil de la zona. Shelby atacó el campamento de los bandidos y acabó con la mayoría de ellos sin tener piedad. De esta forma limpió la zona de bandidos y ayudó a la población civil, pero fue un movimiento que le hizo llamar innecesariamente la atención. Al día siguiente, mientras se dirigían hacía el río Arkansas para buscar un paso los exploradores de Shelby se tropezaron con una patrulla de 50 soldados del 1º regimiento de infantería de Arkansas con los que tuvieron una breve escaramuza forzándolos a huir. Poco después la brigada de Hierro cruzaba el río Arkansas pero para entonces la sorpresa se había perdido y el territorio enemigo se encontraba en alerta. Obviamente Shelby se preocupo mucho ante la posibilidad de que los soldados federales enviaran tropas en su persecución, pero la suerte le favoreció. Pocos días después se enteró por sus espías de que el alto mando federal había subestimado la importancia de la escaramuza y no enviaría tropas para buscar la columna de Shelby.

La fortuna seguiría sonriendo a Shelby ya que el 30 de septiembre se unieron a sus fuerzas 200 voluntarios de Arkansas y Missouri reclutados por el coronel DeWitt Hunter y el 2 de octubre se unirían otros 400 hombres reclutados por el coronel John Coffee. Así pues la primera parte de la campaña marchaba bastante bien, Shelby había llegado a Missouri sin ser descubierto y sus fuerzas ahora consistían en 1.350 soldados.

El 3 de octubre Shelby atacó por sorpresa Neosho, el mayor depósito de suministros federal de la zona. El depósito estaba defendido tan solo por 300 hombres, que se rindieron tras un breve combate. La captura del depósito proporcionó a Shelby un gran botín: 400 caballos, suministros médicos, munición y cientos de revólveres y carabinas con los equipar a los voluntarios recién llegados. También había un gran número de uniformes federales que Shelby usó para vestir al resto de sus tropas. Ahora todos los hombres de Shelby estaban perfectamente disfrazados de federales con lo que su infiltración en territorio enemigo sería más fácil.

Los días 5 y 6 los hombres de Shelby destruyeron tres localidades defendidas por las milicias federales, haciéndolas rendirse o huir, y capturaron 30 carros de suministros. Estos continuos ataques hicieron reaccionar por fin al mando federal del estado que ordenó al coronel Edwards perseguir con sus 1.250 hombres, y tres cañones, a la columna de Shelby mientras el brigadier general Thomas Davies reunía a su brigada de caballería para defender el acceso al río y cortar así cualquier posible retirada de Shelby hacía Arkansas. Shelby por su parte continuó con su raid, atacando la localidad de Warsaw, situada sobre el río Ontage, la cual fue tomada tras hora y media de duros combates. Tras capturar de nuevo numerosos suministros, y llevarse el dinero del banco local, la columna de Shelby cruzó el río para continuar su incansable marcha. En 15 días habían recorrido más de 300 millas(483 km), todo un récord, teniendo en cuenta la lentitud de los carros de suministros que les acompañaban.

Los destacamentos federales de la zona tuvieron una reacción más rápida que sus predecesores y marcharon hacía Warsaw a toda velocidad esperando interceptar a Shelby pero solo lograron capturar a un par de exploradores. Cada vez más tropas de la Unión eran apartadas de la ofensiva de Chattanooga para buscar a Shelby, con lo cual, el plan de éste para distraer al mayor número posible de enemigos comenzaba a dar sus frutos.


El 9 de octubre Shelby envió 100 de sus hombres, bajo el mando del capitán James Wood para destruir el puente de ferrocarril sobre el río Lamine y cortar así una importante ruta de abastecimiento de las tropas de la Unión. Dada su importancia, el puente había estado bien fortificado al inicio de la guerra pero el avance federal había generado que, en esos momentos, se hubiese descuidado su defensa y solo hubiera 28 hombres defendiéndolo. Por si fuera poco, James Wood encontró a la mayoría de estos defensores durmiendo y volar el puente fue un juego de niños.

A este demoledor golpe, a las tropas de la Unión, siguió el ataque de otro grupo de exploradores de Shelby contra las vías del ferrocarril y el telégrafo a lo largo de 30 millas, destruyendo las estaciones de aprovisionamiento y los depósitos de agua. Mientras sus exploradores causaban el mayor daño posible en las líneas de suministro, Shelby y el resto de sus hombres derrotaron a las guarniciones de Tipton, y de Syracuse, para después continuar su camino hacia la capital del estado, Jefferson City, la cual estaba a tan solo 40 millas (64 km).

Cuando los exploradores de Shelby se acercaron a Jefferson City comprobaron que los federales habían preparado a conciencia su defensa: contaba con una guarnición de 8.000 soldados y buenas fortificaciones. El sueño de Shelby de tomar la capital del estado se había vuelto irrealizable, así que decidió cambiar de objetivo y dirigirse hacia la ciudad de Boonville, situada a tan solo 20 millas al norte (32km).

El 11 de octubre la columna de Shelby entró en Boonville, siendo recibidos como héroes por la población local. La entrada de Shelby en la ciudad había pasado desapercibida para los soldados federales hasta que el barco de vapor federal “Isabella” se acercó a la localidad y fue recibido a cañonazos por los hombres de Shelby. El Isabella pudo regresar a sus líneas y comunicar las noticias por telégrafo, alertando así a todas las fuerzas federales de la zona. El brigadier general Egbert Brown, comandante general de la milicia del estado de Missouri, vio una oportunidad de oro de atrapar a Shelby en Boonville y se dirigió a marchas forzadas hacia la localidad con 1.600 hombres, y 6 cañones. Mientras Brown avanzaba por el este, estaba previsto en el plan de los unionistas que el brigadier general Thomas Ewing, comandante del distrito fronterizo entre Kansas y Missouri, se acercara por el oeste y el teniente coronel Bazeal Lazear por el sur. Con el ancho río Missouri al norte y tropas federales aproximándose por todas partes, si la Brigada de Hierro de Shelby no abandonaba rápidamente Boonville, serían cercados y aniquilados.

Gracias a sus espías, Shelby se enteró de la trampa que se estaba tendiendo a su alrededor y se dispuso a hacer los preparativos para abandonar Boonville llevándose el mayor número de suministros posible. Pero mientras se preparaban para la marcha, las tropas federales del teniente coronel Lazear llegaron a la ciudad y empezaron los combates. Shelby actuó con suma rapidez: ordenó al coronel Hooper y 200 hombres detener a las tropas de Lazear el mayor tiempo posible mientras el resto de la columna escapaba hacia el oeste.

Al día siguiente, 12 de octubre, las tropas de Lazear volvieron a aparecer en escena, atacando el campamento confederado. Lazear no tenía hombres suficientes para derrotar a la Brigada de Hierro, pero pretendía entretenerla lo suficiente para que llegara la columna de Brown. Sin embargo, Brown había pensado que Shelby había partido de Boonville hacía el este y lo estaba esperando en esa zona. La falta de comunicaciones apropiadas entre las tropas de Lazear y Brown permitieron a Shelby escapar de nuevo hacia el oeste cruzando sin oposición el río Lamine por el vado de Dug Ford. Según los planes federales, las tropas federales del brigadier general Ewing deberían haber estado allí para impedirle cruzar el río Lamine y acabar de cerrar la trampa, pero Ewing había estado demasiado ocupado combatiendo a los guerrilleros confederados de Kansas. Viendo en la ausencia de Ewing una oportunidad de oro para librarse de sus perseguidores, Shelby decidió emboscar a las tropas de Lazear, que seguían persiguiéndolos de cerca, en el vado de Dug Ford. Unos 200 soldados, al mando del mayor Gordon se escondieron entre la maleza y abrieron fuego concentrado sobre la caballería federal cuando cruzaba por el vado. Los federales sufrieron más de 100 bajas, entre muertos y heridos, y tuvieron que emprender la huida, mientras que los confederados de Gordon solo tuvieron que lamentar un par de heridos. Mientras los hombres de Shelby emboscaban a las tropas de Lazear, el general Brown se dirigía a marchas forzadas a la zona y tras cruzar el río Lamine al sur del vado se dispuso a enfrentarse a Shelby en una verdadera batalla.

Shelby estaba acampado en el cruce de Merril, cerca de la localidad de Marshall, y aunque la llegada de Brown lo había pillado por sorpresa, rápidamente usó sus cañones para retrasar el avance federal mientras sus hombres se preparaban para replegarse. Por su parte, Brown había conseguido entablar contacto con la columna de Lazear y le ordenó que avanzara por el flanco y ocupase con sus hombres el pueblo de Marshall para cortar la retirada a Shelby. Al amanecer, del 13 de octubre, la columna de Lazear, con 1.020 hombres y dos cañones, estaba ya posicionada en las afueras de Marshall y hacía la función de yunque. El martillo sería la columna de Brown con 1.800 hombres y 6 cañones. Atrapada entre ambas fuerzas, la columna de Shelby solo tenía una opción, cargar contra las líneas federales de Lazear con la esperanza de romperlas y atravesarlas para escapar de la trampa antes de que llegara Brown.

Tras desmontar, las tropas de Shelby se agruparon para lanzar sucesivas cargas de infantería contra las líneas federales de Lazear asentadas en unas colinas bajas a las afueras de Marshall. Tras hora y media de batalla, las tropas de Shelby solo habían conseguido avanzar mínimamente por el flanco izquierdo de Lazear y su retaguardia, compuesta de 300 hombres al mando del mayor David Shanks, estaba trabada en combate con las tropas de Brown, intentando retrasarlo el mayor tiempo posible. Por su parte, Brown sabía que cuanto más se retrasara su avance más posibilidades tenía Shelby de escapar, así que dividió sus fuerzas: el mayor Houts y cuatro cañones se enfrentarían a la retaguardia del mayor Shanks, mientras el mayor Foster flanquearía al enemigo por el norte con 700 soldados y dos cañones, y el coronel Philips efectuaría una maniobra de flanqueo por el sur con 800 soldados de caballería. El objetivo de ambos era acabar de rodear al enemigo e impedirle que pudiera escapar.

Viendo que sus opciones es estaban acabando, Shelby ordenó a sus tropas volver a montar a caballo y atravesar las líneas enemigas por el pequeño hueco abierto en el flanco izquierdo de Lazear. El coronel Philips observó el intento de escape de Shelby y ordenó cargar a la caballería federal. La carga de caballería enemiga partiría a las fuerzas de Shelby en dos mitades. Shelby y la vanguardia huirían hacia el noroeste, mientras la retaguardia del mayor David Shanks y el resto de tropas de Shelby, al mando del mayor Hunter escaparon combatiendo hacia el noreste, justo en dirección opuesta.

La «derrota» en la Batalla de Marshall le costó a Shelby 53 muertos y 98 heridos, por tan solo 42 bajas federales. Además, se habían perdido los carromatos con suministros, la mayor parte de la artillería y lo peor de todo, sus fuerzas habían quedado partidas en dos mitades que estaban siendo perseguidas de cerca por los federales. Sin embargo, la Brigada de Hierro había escapado de un ejército que los doblaba en número, y que estaba atrincherado en posiciones dominantes. En circunstancias, tan adversas, pocos hombres hubiesen podido escapar pero, el temple de Shelby, y el ejemplo que era para sus hombres cuando le veían, cargando a caballo temerariamente contra el enemigo, había marcado la diferencia. Ahora, la misión de Shelby era la más difícil de todas: atravesar 400 millas (644 km), plagadas de enemigos, para regresar al territorio confederado.

El 14 de octubre, el grupo de hombres de Shelby que habían quedado separados y que estaba liderado por el mayor Hunter consiguieron escapar del cerco federal y con gran fortuna se toparon poco después con una columna de suministros federal, cuya captura les permitió aprovisionarse y conseguir más de 100 mulas con las que aumentar su movilidad. Por último, tras duras escaramuzas con patrullas federales, consiguieron cruzar el río Osage antes de que el enemigo le cortara el paso. Mientras tanto, el grupo principal, liderado por Shelby, tras esperar en vano que Hunter y el resto se reunieran de nuevo con ellos, decidió continuar su ruta de escape hacia el oeste, siendo perseguidos de cerca por el coronel Philips, y el 7º de caballería de la milicia de Missouri.

El 18 de octubre, tras cabalgar más de 100 millas (161 km)sin descanso, y evitar grandes concentraciones de tropas enemigas que andaban tras sus huellas, Shelby consiguió cruzar el río Osage y llegar al anochecer a la localidad de Carthage donde por fin sus hombres pudieron tomar un breve respiro. Sin embargo, las tropas federales del brigadier Ewing llegaron al amanecer a Carthage y capturaron a 30 soldados de Shelby antes de que pudieran siquiera defenderse. Tras un intenso combate, Shelby y el resto consiguieron zafarse de los unionistas y continuar la huida.

Dos días después, el 20 de octubre, los exploradores de Shelby se toparon con el campamento del mayor Hunter y su grupo, del que no sabían nada desde la Batalla de Marshall. Por fin los dos grupos conseguían reunirse. El 26 de octubre, tras forzar el camino combatiendo contra varias patrullas federales, la Brigada de Hierro cruzaba el río Arkansas y entraba en el territorio fronterizo entre la Unión y los Estados Confederados. Tras innumerables penurias y cabalgar sin descanso con los enemigos en sus talones habían llegado a “casa”.

El gran raid de Shelby había concluido dejando un balance impresionante: durante 41 días habían recorrido 1.500 millas(2.415 km)a través de territorio enemigo, provocando una movilización federal masiva que distrajo del frente ingentes cantidades de hombres y recursos. El sistema de comunicaciones federales fue totalmente colapsado con la destrucción del tendido del telégrafo y la voladura de gran cantidad de puentes y vías del ferrocarril. A esto se sumó la captura de gran cantidad de armas, municiones y suministros de todo tipo. En total las pérdidas federales alcanzaron la escalofriante cifra de 2 millones de dólares de la época y 600 bajas entre sus soldados. Por su parte, Shelby había sufrido unas 200 bajas, la mayoría entre los nuevos reclutas, dada su inexperiencia. Además había perdido todos sus suministros y su artillería. Unas pérdidas escasas si se tienen en cuenta los logros obtenidos. Por último hay que destacar que el raid de Shelby a través de Missouri sirvió no solo para distraer el esfuerzo de guerra federal de su ofensiva contra Chattanooga en el Oeste de EEUU, sino que también sirvió para obtener 800 nuevos reclutas para la Confederación y además inflamó el sentimiento nacional de la población simpatizante, multiplicándose los grupos guerrilleros que surgirán en la región a raíz de las acciones de Shelby, el cual, para mucha de esta gente era un héroe de carne y hueso.

4 – El fin de los sueños:

Tras el raid, Shelby fue ascendido, en diciembre de 1863, al grado de Brigadier General y se reincorporo al frente del Trans Mississippi. Teatro de operaciones que durante la mayor parte de 1864 permaneció tranquilo, mientras la guerra se decidía en otros frentes. Finalmente, el alto mando confederado de la zona, dirigido por el general Price y el general Kirby Smith, decidió lanzar un nuevo raid contra Missouri con el objetivo de intentar repetir el éxito del año anterior. Esta vez, la incursión sería de carácter masivo, ya que participarían en ella casi 12.000 soldados, aunque muchos de ellos eran nuevos reclutas sin experiencia. El 19 de septiembre comenzó la ofensiva de Price con Shelby a la vanguardia del ejército. El primer objetivo de los confederados era el poblado de Pilot Knob, en el sur de Missouri. Dicha localidad estaba defendida por el Fuerte Davidson, donde se almacenaban enormes cantidades de armas, municiones y suministros. Si conseguían tomar el fuerte, el ejército de Price podría aliviar la escasez de armas y suministros que sufría.

Shelby como Brigadier General, por George Caleb Bingham
Shelby como Brigadier General, por George Caleb Bingham

Tras varios días de asedio, el 27 de septiembre los confederados lanzaron un asalto general contra el fuerte, pero la cosa acabó muy mal; el fuerte estaba muy bien defendido con numerosas piezas de artillería que causaron verdaderos estragos en las fuerzas atacantes. Price perdió más de 1.000 hombres en este asalto, pero lo peor fue que, al anochecer, los defensores consiguieron escapar, tras volar el fuerte con todos los suministros. Este infructuoso episodio arrebató a los confederados el elemento sorpresa y permitió a los federales prepararse para la defensa del estado. El siguiente objetivo de Price fue Jefferson City, la capital del estado de Missouri, pero ésta estaba muy bien defendida con 5 fuertes artillados que protegían sus accesos. Los confederados no tenían ni de lejos los recursos para tomar la ciudad, as que tuvieron que darse media vuelta.

Entre tanto, los federales habían logrado reunir dos ejércitos de 14.000 soldados cada uno para aplastar la invasión confederada. Uno de estos ejércitos, proveniente de San Louis se encargaría de perseguir a las tropas de Price mientras que el otro defendería la frontera con Arkansas para evitar la huida de los confederados. Tras varias escaramuzas, el 23 de octubre los dos ejércitos federales se enfrentaron a los confederados en la localidad de Westport. La dura batalla que se entabló parecía perdida para los confederados, dada la superioridad numérica del enemigo, hasta que la Brigada de Hierro de Shelby lanzó una demoledora carga que rompió las líneas federales y permitió escapar al ejército de Price. Tras esto, el ejército de Price consiguió llegar a Kansas donde se produjeron de nuevo violentos enfrentamientos con las tropas federales. Una vez más Shelby consiguió salvar al ejército con sus furiosas cargas y sus acciones de retaguardia; deteniendo al enemigo el mayor tiempo posible para que el resto del ejército siguiera avanzando. Sin suministros y tras sufrir numerosas bajas, el ejército de Price comenzó a descomponerse, sufriendo muchas deserciones. Tras conseguir llegar a Territorio Indio y librarse de la persecución federal el ejército confederado de Price comenzó a comerse sus caballos y mulas para poder sobrevivir. En diciembre de 1864 los supervivientes llegaron a Arkansas tras haber recorrido 1.434 millas (2.308 km), y librar más de 43 batallas contra el enemigo.

Shelby en la batalla de Westport, por Andy Thomas
Shelby en la batalla de Westport, por Andy Thomas

A comienzos de 1865 la guerra estaba perdida por completo, y los ejércitos confederados comenzaron a rendirse. El 9 de abril de 1865, Robert Edward Lee, comandante en jefe de los ejércitos confederados se rindió a las tropas de la Unión en Appomattox. Un mes después, el 26 de mayo de 1865, el ejército de Kirby Smith se rindió también ante los federales, siendo el último ejército confederado en hacerlo. Shelby, y unos 1.000 soldados de su Brigada de Hierro, no aceptaron la derrota, pero faltos de armas y suministros, decidieron desplazarse hasta México, para tratar de ganarse allí la vida, ya que, en aquellos momentos el país vivía una cruenta guerra civil entre los invasores francés, que habían impuesto como gobernante al emperador Maximiliano, y los patriotas mexicanos, liderados por Benito Juárez. Shelby pensó en un primer momento en unirse a los “juaristas”, pero, tras varios desencuentros con ellos, decidió ponerse al servicio del emperador. El emperador concedió a los ex combatientes confederados tierras para que fundasen una colonia cerca de Veracruz a la bautizaron como «Carlota». Sin embargo, la posterior caída de Maximiliano, y el triunfo de los juaristas, obligó a los confederados a regresar a sus hogares en EE. UU., abandonando su colonia en México. Finalmente, Shelby regresó a su casa, en 1867, para dedicarse de nuevo al cultivo de tierras.

En 1893, Shelby fue elegido Marshall federal, encargado de mantener la ley en el distrito del este de Missouri. Cuatro años más tarde, en 1897, falleció en la localidad de Adrian, Missouri, siendo enterrado en el cementerio Forest Hill de Kansas City. Nunca se rindió oficialmente.

Shelby, y sus hombres, pasaron a la posteridad como “the Undefeated” (los no derrotados), un ejemplo de lo que un hombre con principios firmes, y sin temor, era capaz de conseguir. Su vida inspiró la película de 1969 del mismo nombre: the Undefeated, dirigida por Andrew V. McLaglen, y protagonizada por dos grandes estrellas de la época: John Wayne y Rock Hudson.

Fuentes:

-McLachlan, S.: Ride Around Missouri, Editorial Osprey. 2011.

© 2012 – Autor: Marco Antonio Martín García
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Un comentario

  1. […] El capitán Little se distinguió por una expedición por varias ciudades de Missouri en la búsqueda de la banda de William Quatrill y otros 25 guerrilleros (bushwhakers) del ejército Confederado que estaban saqueando los pueblos y robando el correo. Las unidades bushwhakers fueron dirigidas por el famoso general sudista Joseph Orville Shelby. […]

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